ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN
APLICACIÓN Y EFECTO RESIDUAL DEL ESTIERCOL EN LA PRODUCCIÓN Y CALIDAD DEL BUFFEL (CENCHRUS CILIARIS CV. TEXAS-4464) EN EL TRÓPICO SECO
S.A. González1,2, V.J.A. Eguiarte1,2 y M.A. Galina2,3
1 INIFAP-Centro
de Investigaciones Pacífico Centro CIPEJ.
Campo Experimental "Clavellinas"Tuxpan, Jalisco,
México
2 Posgrado Interinstitucional en Ciencias Pecuarias, Universidad
de Colima
Colima, México
3 Facultad de Estudios Superiores de Cuautitlán, UNAM
Cuautitlán, México
RESUMEN
Se realizó
un estudio para medir el efecto de la fertilización con estiércol
sobre el rendimiento de una pradera de buffel de temporal, en el sur de Jalisco,
México. El trabajo se efectuó en un clima de trópico seco,
con 21,5ºC de temperatura y 856 mm de precipitación promedio anual.
Los suelos eran de textura franco-arenosa, pH ligeramente alcalino, de baja
fertilidad y pobres en contenido de materia orgánica. Se utilizó
una pradera de pasto buffel Texas-4464 con 4 años de establecida. En
el presente estudio se midió el comportamiento productivo durante 4 años
con fertilización (Fase I) y tres posteriores sin aplicación de
esta (Fase II). Se utilizaron tres niveles (10, 20 y 30 t/ha) de estiércol
bovino (EB) y ovino (EO), además de una pradera sin aplicación
y otra con fertilización mineral de 100-50-00. Se realizaron análisis
químicos del forraje y físico-químicos del suelo. Se efectuaron
los cortes de forraje en cada ciclo de lluvias cuando el pasto alcanzó
el inicio de la floración. Los resultados del rendimiento de forraje
y la altura de la planta fueron diferentes estadísticamente (P<0,05)
entre tratamientos y años, con producciones promedio anuales (t/ha) respectivas
de forraje verde (v) y seco (s) durante la Fase I: 7,9 v y 2,7 s (T1:
00-00-00); 18,2 v y 5,7 s (T2: 100-50-00); 15,4 v y 4,8 s (T3:
10 t de EB/ha); 20,2 v y 6,2 s (T4: 20 t de EB/ha); 25,9 v y 7,0
s (T5: 30 t de EB/ha); 14,0 v y 4,3 s (T6: 10 t de EO/ha);
17,7 v y 5,2 s (T7: 20 t de EO/ha); 23,6 v y 6,7 s (T8:
30 t de EO/ha). Los valores de proteína cruda del forraje también
se incre-mentaron con la aplicación de ambos estiércoles. En el
suelo se presentaron incrementos en la saturación por agua, nitrógeno
nítrico, nitrógeno amoniacal, fósforo, potasio y materia
orgánica con aplicaciones crecientes de ambos estiércoles, manteniéndose
estable el pH en ambas fases.
Palabras claves: Estiércol, producción, calidad, buffel.
ABSTRACT
A study was conducted
to measure the effect of the application of manure on buffel grass (Cenchrus
ciliaris cv. Texas-4464) production in rainfed agriculture in the south of Jalisco,
Mexico. This observation was performed in the dry tropics, with a temperature
of 21,5ºC and 856 mm rainfall. The soil had a frank-sand texture, lightly
alkaline pH, low fertility and was very poor in organic matter. A four year
old buffel grass Texas- 4464 prairie was used. The study was conducted for four
years with fertilization (Phase I) and a 3 years follow up without (Phase II).
The treatments consisted of annual applications of three levels (10, 20 and
30 t/ha.) of bovine (BM) or ovine (OM) manure, a control without application
and a final one with mineral fertilization of 100-50-00. During the study, the
forage yield was measured. Chemical analyses of the forage and physio-chemical
of the soil were done. Harvesting was done twice during the rainy season before
flowering. Forage yield and plant height were statistically different (P<0,05)
between treatments and years, with a medium annual production (t/ha) respectively
of fresh (f) forage and dry (d) during the phase I: 7,9 f and 2,3 d (T1:
Control); 18,2 f and 5,7 d (T2: 100-50-00); 15,4 f and 4,8 d (T3:
10 t of BM/ha); 20,2 f and 6,2 d (T4: 20 t of BM/ha); 25,9 f and
7,0 d; (T5: 30 t of BM/ha); 14,0 f and 4,3 d (T6: 10 t
of OM/ha); 17,7 f and 5,2 d (T7: 20 t of OM/ha); 23,6 f and 6,7 d
(T8: 30 t of OM/ha). Total crude protein also increased with use
of both manure. Soil also aumented the water retention, nitric nitrogen, ammoniacal
nitrogen, phosphorous, potassium and organic material with increasing applications
of both manure, maintaining the pH in both phases.
Additional index
words: Manure, pasture production and quality, buffel.
INTRODUCCIÓN
El pasto buffel
(Cenchrus ciliaris) es nativo de Africa y a partir de 1949 se introdujo en México
como variedad T-4464 o Común Americano (Halt, 1985). En los últimos
años ha sido una especie importante para mejorar los agostaderos de México
y Texas, E.U.A., y se han sembrado más de 1 400 000 ha en el país
(Ibarra, Cox y Martin, 1991).
Este tipo de pradera
prospera adecuadamente en regiones cálidas y templadas; es de fácil
establecimiento, resistente a la sequía y tiene un crecimiento agresivo
(Hubbel, 1983). Sin
embargo, según algunos autores entre el 10 y el 50 % de las praderas
existentes podrían desaparecer debido a factores edáficos y climáticos
(Ibarra et al., 1991).
En el trópico
seco del sur de Jalisco, México, la variedad T-4464 se introdujo en 1984
para efectuar estudios de adaptación y requerimientos nutricionales en
áreas de temporal con suelos delgados y de pobre fertilidad (Eguiarte,
Hernández, Carrete, Rodríguez, Sánchez y Becerra, 1984).
Los resultados productivos alcanzados en este pasto indican un potencial anual
de 6,0 t de MS/ha sin fertilización; 8,0 t/ha con 100 kg de N/ha y 10,0
t/ha con 100 kg de N + 60 kg de P2O5/ha, así como variaciones de 8,4-10,9
% en el contenido de proteína cruda; 0,3-0,5 % para el calcio y 0,5-8,0
% de fósforo (Jiménez, 1987). En la misma variedad, González,
Eguiarte y Hernández (1989) probaron una dosis mayor de nitrógeno
(200 kg/ha) y obtuvieron un rendimiento de 8,2 t de MS/ha después de
cosechados 133,8 kg de semilla limpia/ha.
Sin embargo, la
severa crisis económica actual del sector agropecuario en México
(Galina y Guerrero, 1993), la fuerte degradación de las áreas
de pastoreo y la falta de tecnología para la sostenibilidad de los recursos,
reducen la productividad de la actividad ganadera y acortan la vida útil
de los pastizales (Jiménez, 1987). A ello se agregan las condiciones
de estacionalidad forrajera en las regiones tropicales (McIlroy, 1984) y el
exorbitante incremento en el precio de los fertilizantes minerales, debido al
descenso en la producción nacional en más del 50 % en tan solo
un año (INEGI, 1993).
Otro grupo de autores
han discutido la importancia de la utilización de los abonos orgánicos
para revertir la degradación parcial o total del 80 % de los suelos del
país (Carrillo y de la Cruz, 1976), con los cuales se incorporan nutrientes
y mejoradores de las condiciones físicas, químicas y microbiológicas
de estos (Castellanos, 1982 a; Azhevedo, 1984; Trinidad, 1987).
El estiércol
ha sido la fuente más importante de abonos orgánicos, pero su
uso ha dado resultados contradictorios en cuanto a los rendimientos al aplicarlo
como fertilizante sólido, líquido o fresco; sin embargo, existe
consenso en el beneficio que aportan a los suelos a corto, mediano y largo plazo
(Voisin, 1974; Hubbel, 1983; Primavesi, 1984; Trinidad, 1987). Por otro lado,
Castellanos (1982 b); Naranjo (1982) y Trinidad (1987) informaron que en México
se produce suficiente estiércol para aplicar 2,0 t/ha en los terrenos
agrícolas del país, el cual podría aportar de 50-70 kg
de N/ha, mayores cantidades de materia orgánica y cantidades menores
de otros elementos como el fósforo, el potasio y el calcio.
En un estudio en
el que se aplicó durante 8 años 25 t de estiércol bovino/ha
y 50 kg de N/ha en pasto Cynodon dactylon Cruza I, el rendimiento de forraje
seco se incrementó en 4,0 t/ha/año con el estiércol (Cordoví
y Rábago, 1986). Otro trabajo con 3 t de gallinaza/ha igualó la
produc-ción de forraje del zacate King grass (Pennisetum purpureum x
Pennisetum typhoides) comparado con una fertilización mineral de 200
kg de N/ha en base a urea (León y Gómez, 1986). La aplicación
de estiércol vacuno incrementó el rendimiento del pasto Digitaria
decumbens en 6,3 t/ha y en 12,0 t/ha para el C. dactylon, y 5,5 t de estiércol/ha
más un fertilizante fosfatado mantu-vieron una buena producción
de forraje del pasto Andropogon gayanus (Arteaga, Chongo, Portieles y Moreno,
1981). Además, el estiércol favorece la incubación de las
fotobacterias en el suelo, aumentando la capacidad de campo (Carrillo y de la
Cruz, 1976; Madero, 1982) y el pH (Arteaga et al., 1981; Sharpley, Smith y Buin,
1993), pero combinado con el fertilizante mineral aumenta la eficiencia de este
(Vilela, Peixoto y Silvestre, 1987).
El objetivo de
este trabajo fue evaluar el efecto de la aplicación del estiércol
bovino y ovino y su residualidad en la producción y calidad del pasto
buffel (Cenchrus ciliaris cv. Texas-4464) en el trópico seco, así
como su influencia en las características físico-químicas
del suelo.
MATERIALES Y MÉTODOS
El experimento
se realizó en los terrenos del rancho ganadero denominado "La Nopalera",
al sur del estado de Jalisco, situado a una altura de 1 400 msnm, a 103º
32' de longitud Oeste y 19º 51' de latitud Norte. El clima del área
según la clasificación de Köeppen, modificada por García
(1981), se considera como trópico seco, con temperatura media anual de
21,5ºC y 856 mm de precipitación media anual. Las lluvias ocurren
en el verano durante 4 meses, sin la presencia de precipitaciones en el invierno.
Los suelos en el horizonte superior son de textura franca, color café
oscuro, pH ligeramente alcalino (7,3) y alto índice de pedregosidad (Díaz
y Hunter, 1978). Además se consideran pobres en nitrógeno y materia
orgánica, con carencia extrema de fósforo y alto contenido de
potasio.
Se utilizó
un diseño experimental completamente al azar, con tres repeticiones por
tratamiento: T1: 00-00-00; T2: 100-50-00; T3: 10 t de estiércol bovino/ha;
T4: 20 t de estiércol bovino/ha; T5: 30 t de estiércol bovino/ha;
T6: 10 t de estiércol ovino/ha; T7: 20 t de estiércol ovino/ha
y T8: 30 t de estiércol ovino/ha. Las fuentes de fertilizante mineral
empleadas
fueron: urea (46 % N) y superfosfato de calcio triple (46 % P2O5). Los estiércoles
utilizados fueron de ganado bovino estabulado y ovinos en corrales de piso.
Se realizó un análisis de varianza para un diseño completamente
al azar (Steel y Torrie, 1981). La comparación entre las medias se efectuó
mediante contrastes ortogonales, utilizando el programa estadístico desarrollado
por la Universidad Autónoma de Nuevo León, México (Olivares,
1989).
Adicionalmente,
se realizó un análisis de regresión y pruebas de correlación
entre el rendimiento de materia seca y la calidad del forraje, con los índices
de fertilidad, pH y materia orgánica de los suelos.
Se utilizaron 32
parcelas experimentales, que fueron trazadas sobre praderas de pasto buffel;
las dimensiones por unidad fueron de 3 x 3 m, separadas por calles intermedias.
El área útil para las evaluaciones fue de 1 x 2 m. La pradera
empleada en este estudio se manejó bajo condiciones de temporal y fue
establecida 4 años antes de la observación en forma manual a voleo,
con semilla de la variedad Texas-4464. El manejo del lote de evaluación
consistió en un corte inicial del pasto a 20 cm del suelo al principio
de las lluvias. Al inicio del rebrote del pasto, se aplicaron los tratamientos
durante 4 años consecutivos. En cada ciclo anual se realizaron dos cortes
de forraje con una frecuencia de 35 días al inicio de la floración.
Los muestreos de suelo se efectuaron al inicio, al final de los años
de la aplicación (Fase I) y al final del experimento (Fase II).
Las variables para
evaluar el efecto de los tratamientos fueron: forraje verde (t/ha), forraje
seco (t/ha), altura de la planta (m), proteína cruda (%), fibra detergente
neutro (%), digestibilidad in situ de la materia seca (%), calcio (%)
y fósforo (%) en el forraje; así como pH, materia orgánica,
N, P, K y saturación por agua (%) en el suelo.
Se colectaron muestras
de 500 g de forraje verde por parcela y por corte para secarlas en estufa a
65ºC durante 48 horas o hasta alcanzar el peso constante y determinar el
contenido de materia seca. Posteriormente se pasaron por un molino Whilley con
malla de 1 mm para realizar el análisis en el laboratorio de bromatología
del Campo Experimental "Clavellinas"de Tuxpan, Jalisco, México.
Los análisis se realizaron de acuerdo con la metodología sugerida
por la AOAC (1980).
Los análisis
de suelo fueron realizados en un laboratorio particular de uso agropecuario,
siguiendo la metodología descrita por Chapman y Pratt (1984).
Los gastos incluidos
por concepto de fertili-zación mineral fueron: costo actual de 325,0
kg de fertilizante nitrofosforado/ha/año, acarreo y aplicación
manual, considerando tres jornales de N$ 25,00 (0,76 US) para estas operaciones.
Para la aplicación
de estiércol sólo se consideró el acarreo y la distribución
en la pradera, sin darle valor al estiércol, debido a que se considera
su producción en los propios ranchos. Estas activi-dades se realizaron
manualmente, considerando que una persona con carreta puede cubrir 1,0 ha en
13 días, aplicando una dosis de 30 t/ha (Hubbel, 1983).
RESULTADOS
Producción
de forraje y altura de la planta
En la tabla
1 se observa que los rendimientos de forraje seco fueron diferentes estadísticamente
(P<0,05) entre tratamientos y entre años, pero no hubo interacción
tratamientos por años, lo cual indica una respuesta similar de los tratamientos
en todos los años, comportamiento que se presentó en las dos fases
del estudio. Durante la primera fase de aplicación de los tratamientos,
el rendimiento de forraje seco con la fertilización mineral o con la
aplicación de los dos tipos de estiércol fue similar, pero superior
estadísticamente (P<0,05) al tratamiento testigo. Por otro lado, no
se observaron diferencias entre ambos estiércoles, pero entre los niveles
de éstos las diferencias fueron estadísticamente significativas
(P< 0,05), excepto entre los niveles de 20 y 30 t de estércol bovino/ha.
En la Fase II los
rendimientos de forraje seco fueron diferentes estadísticamente (P<0,05)
entre tratamientos y entre años de estudio, pero no se presentaron interacciones
tratamientos por años. El efecto de la fertilización mineral disminuyó
a niveles productivos similares a los del tratamiento testigo (2,44 y 2,27 t/ha
respectivamente); mientras que para los niveles y los tipos de estiércol
el comportamiento fue similar que en la fase anterior. La aplicación
de ambos estiércoles tuvo un incremento lineal de la producción
de forraje seco (r2= 0,96) en ambas fases del estudio (fig. 1).
La altura de las plantas durante la Fase I fue diferente estadísticamente (P<0,05) y sobresalió la aplicación del nivel más alto de ambos estiércoles. La fertilización mineral fue superior al testigo; mientras que la aplicación de niveles crecientes de ambos estiércoles ocasionó alturas diferentes. La altura desarrollada por el pasto buffel Texas-4464 durante la Fase II fue similar entre los abonos y se observó que el efecto residual del fertilizante mineral provocó un bajo desarrollo de la planta. Ambos tipos de abono fueron iguales estadísticamente.
Composición química del forraje
La digestibilidad
in situ de la materia seca (DISMS) no presentó una variación
importante durante la fase de aplicación; se observaron valores mínimos
de 26 % con la fertilización mineral, 37 % en el testigo y un promedio
de 39 % en los tratamientos de estiércol. El efecto residual de los tratamientos
sobre la DISMS no fue importante y se notaron valores promedio de 41. Los cambios
más importantes se dieron entre las fases de estudio, con mayor DISMS
en la etapa de evaluación del efecto residual y un incremento del 3 %.
Las concentraciones
de fibra detergente neutro (FDN) fueron iguales entre los tratamientos y entre
las fases de estudio, con un promedio de 73 % durante la aplicación de
los tratamientos y 73 % durante la etapa de efecto residual.
Los mayores niveles
de estiércol originaron un menor contenido de Ca y P. Por el contrario,
los niveles mínimos de estiércol y el testigo tuvieron incrementos
en el nivel de estos elementos en el forraje, tanto en la fase de aplicación
como en la residual, con un ligero incremento en esta última, ya que
los promedios respectivos fueron de 0,45 y 0,53 % (Ca) y de 0,38 y 0,53 % (P).
Se observó
que la aplicación de los tratamientos se correlacionó positivamente
(P<0,01) con el rendimiento de forraje seco (en ambas fases de estudio),
la fibra detergente neutro (en la Fase II) y la proteína cruda (en la
Fase I), y negativamente con el calio (en las dos fases).
Composición
físico-química del suelo
La composición
físico-química del suelo se presenta en la tabla
3. El pH mantuvo rangos de 7,4 a 7,6 en las dos fases del estudio, con niveles
de 7,3 (muy ligeramente alcalino) en el tratamiento testigo, en el tratamiento
con fertilizante mineral y en los niveles de 10 y 20 t de estiércol ovino/ha
durante la Fase I; en las evaluaciones del efecto residual el rango fue similar
al observado en la primera fase. La saturación por agua (SA) del suelo
mostró una tendencia a incrementarse al aplicar altos niveles de abono.
Sin embargo, este efecto no se presentó después en la Fase II.
Se considera que
el nitrógeno nítrico (NN) y el nitrógeno amoniacal (NA)
fueron bajos. Los valores promedio fueron de 20,6 ppm NN y 39,7 ppm NA durante
la fase de aplicación y disminuyeron a 18,5 ppm NN y 10,8 ppm NA en la
siguiente fase.
El potasio (K)
y el fósforo (P) fueron notablemente afectados por la aplicación
de estiércol, con una tendencia positiva muy similar al incorporar la
fertilización mineral y el estiércol. En relación con el
contenido de P, los valores fueron bajos en los tratamientos testigo, fertilización
química y aplicación de 10 t de ambos estiércoles/ha, ya
que presentó valores de 2,6; 3,8 y 10,2 ppm como promedio respectivamente,
lo cual contrasta con los altos contenidos al aplicar 20 y 30 t de estiércol/ha.
La reducción del P en la segunda fase fue muy significativa en todos
los tratamientos y se redujo en 10,9 ppm (promedio), lo cual equivale a una
disminución de 193,2 %. Al inicio del estudio el suelo presentó
un contenido alto de K, observándose un incremento lineal (r2= 0,96)
con la aplicación de estiércol. El tratamiento testigo y la fertilización
química presentaron contenidos de 183,3 y 229,6 ppm respectivamente;
sin embargo, aun así, con la aplicación de estiércol se
incrementó hasta en 821,3 ppm. En la segunda fase se observó una
reducción de un 50 % en el contenido de K en todos los tratamientos.
Los niveles de materia orgánica (MO) del suelo fueron bajos en los tratamientos
testigo, fertilización mineral y niveles bajos de estiércol, con
variaciones de 1,3 a 2,2 %; sin embargo, la aplicación de 30 t de estiércol
ovino/ha propició contenidos altos de MO de 2,47 %. Durante la evaluación
del efecto residual se presentaron contenidos de MO más bajos en todos
los tratamientos, con variaciones de 1,0 a 2,0 %.
La aplicación
de los tratamientos solo se correlacionó positivamente con el contenido
de fósforo y de potasio del suelo en la Fase I; durante este período,
la saturación por agua estuvo relacionada positivamente con el pH, el
nitrógeno amoniacal, el fósforo y la materia
orgánica. La relación con el fósforo en la Fase II fue
negativa. Ademas, el fósforo se correlacionó con el rendimiento
de forraje seco y con la materia orgánica en ambas fases.
Costos de producción
DISCUSIÓN
Los análisis
de correlación del presente estudio mostraron un efecto lineal en la
producción de forraje al incrementarse la dosis de estiércol aplicado,
similar al observado por Crespo y González (1986) en Pennisetum purpureum
al aplicar dosis anuales de estiércol bovino de 0, 10, 20 y 30 t/ha.
Estos resultados también son similares a los encontrados por Vélez,
Arroyo y Rodríguez (1985), quienes aplicaron estiércol bovino
en dosis de 2,8; 5,6; 11,2; 16,8; 22,4 y 31,3 t/ha/año y encontraron
incrementos significativos en la producción de forraje de pasto estrella.
En el presente trabajo las cantidades de estiércol aplicado al pasto
buffel fueron suficientes para mantener la productividad de manera similar,
e incluso superior a la de la fertilización mineral, presumiblemente
debido a las cantidades de nitrógeno y fósforo acumuladas en el
suelo, lo cual fue demostrado también por Arteaga, Mojena y Espinoza
(1985).
La producción
de forraje verde y seco fue diferente entre los años en las dos etapas
de estudio, sin observarse ninguna tendencia a través del tiempo. Lo
anterior se explica por las variaciones climatológicas que se presentaron
durante el período experimental y por la aplicación superficial
del estiércol, que permitió que al transcurrir los años
los nutrientes estuvieran gradualmente más disponibles para la planta
(Arévalo, 1986). Al mismo tiempo, la acumulación de materia orgánica
retiene más humedad aprovechable por el pastizal, como lo discuten Carrillo
y de la Cruz (1976), lo que propició un desarrollo similar del buffel
durante las dos fases del estudio. Esto no sucede con la fertilización
mineral, ya que los nutrientes solo se mantienen disponibles en el suelo por
períodos cortos cuando una alta proporción se pierde por percolación,
filtración o evaporación (Rodríguez, 1982). La altura de
la planta se incrementó con la aplicación de 30 t de ambos estiércoles/ha,
confir-mando lo observado por Crespo y Oduardo (1985) y Hoyos (1985), quienes
discutieron el estímulo en la altura del forraje y el número de
hojas/planta en pasto king grass y también en Andropogon gayanus, lo
cual fue correlacionado estrechamente con el rendimiento de materia seca.
Con respecto a
la composición química del forraje, se observó un incremento
en la concentración de proteína cruda durante la Fase I del estudio;
mientras que la DISMS y la FDN no presentaron diferencias notables entre tratamientos.
Por otra parte, el contenido de Ca y P en la planta presentó una tendencia
a disminuir al incrementarse los niveles de estiércol, pero sin llegar
a valores críticos (Chapman y Pratt, 1984; Remy y Hernández, 1988).
Para los pastos tropicales el estiércol contiene porcentajes bajos de
nitrógeno, por lo que se considera que el incremento de la proteína
cruda del forraje se debió a las cantidades aplicadas, que fueron superiores
al fertilizante mineral en el contenido total de nutrientes. Farías,
Fernándes, Lira, Franca y Santos (1986) encontraron que la aplicación
de 7,4; 10,0 y 13,3 t de estiércol de vaca/ha no afectó el contenido
proteico del forraje de Pennisetum purpureum; sin embargo, estas cantidades
fueron inferiores a las evaluadas en el presente estudio. Por otra parte, Arteaga
et al. (1985) afirmaron que las concentraciones de fósforo foliar se
incrementan cuando se aplican 30 t de estiércol vacuno/ha.
En las condiciones
que se desarrolló el presente trabajo, la composición fisicoquímica
del suelo presentó variaciones en la SA, MO, NN y NA, aunque sólo
de manera determinante en la concentración de P y K. Estos resultados
concuerdan con los hallados por Sharpley et al. (1993) al señalar que
la disponibilidad de NA, NN, N mineralizado, P y pH se incrementa con la aplicación
de materia orgánica, lo cual se debe a una mayor absorción y consumo
por parte de la planta y una mayor relación C/N (Primavesi, 1984; Trinidad,
1987).
El contenido de
nutrientes en el suelo estuvo altamente correlacionado con la aplicación
de los tratamientos, en especial de los que contenían materia orgánica.
Resultados similares fueron encontrados por Cabardella y Elliot (1993), quienes
indicaron que la aplicación de materia orgánica propicia además
una mejor estructura de los agregados del suelo.
CONCLUSIONES
La producción
de forraje verde y seco y la altura del pasto en buffel Texas-4464 se incrementó
significativamente con la aplicación de 30 t de ambos estiércoles/ha/año,
tanto en la fase de aplicación como en su efecto residual en los años
siguientes. La fertilización mineral de 100-50-00 solo puede sostener
altos rendimientos durante su aplicación.
El comportamiento
de los tratamientos fue similar durante los años que duró el estudio;
sin embargo, la producción se incrementó al final de las dos fases.
La producción de forraje presentó una relación lineal positiva
entre la aplicación de los tratamientos con diferentes niveles de ambos
estiércoles.
El contenido de
proteína cruda solo se incrementó con la aplicación de
estiércol y el contenido de calcio en la planta decreció a medida
que los niveles de estiércol se aumentaron.
La aplicación
de ambos estiércoles modificó positivamente el suelo en cuanto
a la saturación por agua, el contenido de materia orgánica, el
nitrógeno nítrico y amoniacal, el fósforo y el potasio,
pero el pH no varió.
De acuerdo con
lo anterior, es factible incrementar los rendimientos de forra
je y el contenido
proteico del buffel Texas-4464 con aplicaciones anuales de 10-30 t de estiércol
bovino y ovino/ha/año, sobre la fertilización mineral de 100-50-00
anual en condiciones de temporal del trópico seco de Jalisco, y al mismo
tiempo prescindir de la aplicación de nutrientes por períodos
de hasta 3 años posteriores, manteniendo la misma productividad por el
efecto residual de los estiércoles debido a los cambios en la estructura
y la composición físico-química del suelo.
Las aplicaciones
de estiércol no incrementaron el costo de producción de forraje
del buffel Texas-4464 al considerar el rendimiento total de las dos fases del
estudio.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Aoac.
Official methods of analysis. 13th. ed. Washington, D.C. 1980.
2. Arevalo, E.
Avaliacao pelo capim coloniao (Panicum maximum Jacq.) do efeito de estercos
e da uréia aplicados em uma áreia quartzosa tratado com e sem
Ca(OH)2. Tese Maestrado. Escola Superior de Agricultura "Luis de Queiroz"da
Universidade de Sao Paulo, Brasil. 81 p. 1986.
3. Arteaga, O.;
Chongo, R.; Portieles, J. & Moreno, A. Consideraciones sobre el uso
del estiércol vacuno como fertilizante para pastos. CIDA. Boletín
de reseñas. Suelos y Agroquímica. 4:7. 1981.
4. Arteaga, O.;
Mojena, A. & Espinoza, W. Efectividad del estiércol vacuno
y otras fuentes comerciales en la nutrición fosfórica de la bermuda
cruzada 1. Ciencia y Técnica en la Agricultura. Pastos
y Forrajes. 8 (2):65. 1985.
5. Azhevedo, J.
Farm manures: An overview of their in the agricultural environment. California
Agricultural Expe-riment Station. Extension Service. University of California.
Manual 44. 109 p. 1984.
6. Cabardella,
C. & Elliot, E. Soil organic matter is influenced by crop rotations
and fertilization. Soil Sci. Soc. of America J. 57:1034. 1993.
7. Carrillo, G.
& Cruz, H. De La. Efecto del estiércol bovino sobre las propiedades
químicas y microbiológicas del suelo. Memorias del XIX Congreso
Nacional del Suelo. Comisión Técnico Consultiva para la determinación
de los Coeficientes de Agostaderos. Secretaría de Agricultura y Recursos
Hidráulicos. Manzanillo. Colima, México. p. 93. 1976.
8. Castellanos,
J.Z. La importancia de las condiciones físicas del suelo y
su mejoramiento mediante la aplicación de estiércoles. Secretaría
de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH)-Instituto Nacional de Investigaciones
Agrícolas (INIA). Seminarios Técnicos. 7 (8):35. 1982a.
9. Castellanos,
J.Z. Estudio sobre la producción, utilización y características
de los estiércoles en la Comarca Lagunera. Memorias I Ciclo Internacional
sobre la utilización de estiércol en la agricultura. Instituto
Tecnológico Autónomo de Monterrey. Torreón. Coahuila, México.
42 p. 1982b.
10. Cordovi, E.
& Rabago, R. Efecto del estiércol vacuno en la rehabilitación
de un pastizal de bermuda cruzada (Cynodon dactylon cv. Coast cross 1)
en el suelo oscuro plástico. Ciencia y Técnica en la Agricultura.
Pastos y Forrajes. 9 (2):15. 1986.
11. Crespo, G.
& Gonzalez, S. Algunos factores que afectan el contenido de microelementos
en los pastos y recomendaciones de aplicación. Ciencia y Técnica
en la Agricultura. Pastos y Forrajes. 9 (1):35. 1986.
12. Crespo, G.
& Oduardo, M. Influencia del momento de aplicación del estiércol
vacuno durante la fase de preparación de tierra en el establecimiento
y producción forrajera del King grass (Pennisetum purpureum x
Pennisetum typhoides). ICA. Boletín Técnico de Pastos.
1:103. 1985.
13. Chapman, D.
& Pratt, F. Métodos de análisis para suelos, plantas
y aguas. Editorial Trillas. México, D.F. 195 p. 1984.
14. Diaz, R. &
Hunter, A. Metodología de muestreo de suelos. Análisis
químicos de suelos y tejido vegetal. IAIAS. Turrialba, Costa Rica. 68
p. 1978.
15. Eguiarte, V.J.A.;
Hernandez, G.F.J.; Carrete, E.F.O.; Rodriguez, P.C.; Sanchez, A.R. & Becerra,
M.J. Los pastos tropicales son fuente importante de forraje para
la alimentación del ganado. Centro de Investigaciones Pecuarias del Estado
de Jalisco (CIPEJ), México. 16 p. 1984.
16. Farias, I.;
Fernandes, A.; Lira, M.; Franca, M. & Santos, V. Efeito da adubacao
organica sobre a producao de forragem de milho, Sorgo e Capim-elefante. Pesquisa
Agropecuaria Brasileira. 21:1015. 1986.
17. Galina, M.A.
& Guerrero, M. Ganadería Mexicana, características
y perspectivas del Sector. Avances en Investi-gación Agropecuaria.
2 (1):13. 1993.
18. Garcia, E.
1981. Modificaciones al sistema de clasificación climática de
Köeppen. UNAM, México. p. 252
19. Gonzalez, S.A.;
Eguiarte, V.J.A. & Hernandez, V.R. Producción de semilla del
zacate Buffel T-4464. Segunda Reunión Científica, Forestal y Agropecuaria.
Centro de Investigaciones Forestales y Agropecuarias de Jalisco. (CIFAP), Guadalajara,
Jal. p. 44. 1989.
20. Halt, E.C.
Buffel, a brief history. In: Buffelgrass. Adaptation, management and forage
quality. (E.C.A. Range and J.L. Schuster, Eds.). Symposium Texas Agr. Exp. Sta.
College Station. MP-1575. p. 1. 1985.
21. Hoyos, H.
Respuesta del pasto Carimagua (Andropogon gayanus 621) a la aplicación
de estiércol de carnero en el Departamento de Córdoba. Universidad
de Córdoba. Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Manteria, Colombia.
86 p. 1985.
22. Hubbel, D.F.
Técnica Agropecuaria aplicada a zonas tropicales. Editorial Trillas,
México, D.F. 369 p. 1983.
23. Ibarra, F.F.;
Cox, R.J. & Martin, R.M. Efecto del suelo y clima en el establecimiento
y persistencia del zacate Buffel en México y Sur de Texas. Simposium
Internacional. Aprovechamiento Integral del zacate Buffel. Cd. Victoria. Tamps.,
México. p. 14. 1991.
24. Inegi.
BIOSA. Boletín de información oportuna del sector alimentario.
Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática.
96:32. 1993.
25. Jimenez, O.
Producción de pasto Buffel (Cenchrus ciliaris L.) variedad Texas, 4464
con diferentes dosis de fertilización en agostaderos del sur de Jalisco.
Tesis Profesional de Licenciatura. Instituto Tecnológico Agropecuario
20. Tlajomulco. Jalisco, México. 43 p. 1987.
26. Leon, P.R.
& Gomez, J.A. Efecto de la gallinaza y del estiércol bovino
frescos sobre la producción de forraje de la gramínea "King
grass"(Pennisetum purpureum x P. americanum Burton) en un andosol de Caji-bio-Cauca.
Acta Agronómica. 36 (2):177. 1986.
27. Mcilroy, R.
Introducción al cultivo de los pastos tropicales. Editorial Limusa. México,
D.F. 168 p. 1984.
28. Madero, M.
Conteos de microorganis-mos solubilizadores de fosfato triclórico presente
en dos abonos orgánicos y su influencia en el suelo y en la planta. Trabajo
especial. Instituto Colombiano Agrope-cuario. Bogotá, Colombia. 73 p.
1982.
29. Naranjo, C.M.
Informe Anual del programa: Fertilidad del suelo. Instituto Nacional de Investigaciones
Agrícolas-Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos.
México. 10 p. 1982.
30. Olivares, S.
Paquete de diseños experimentales FAUNL. Versión 1.4. Facultad
de Agronomía. UANL. Marín, N. L. México. 1989.
31. Primavesi,
A. Manejo ecológico del suelo. Editorial El Ateneo. Buenos Aires,
Argentina. 449 p. 1984.
32. Remy, V.A.
& Hernandez, Marta. Problemática y uso de la fertilización
NPK en pastos y forrajes. En: Fomento y explotación de los pastos tropicales.
Compendio de conferencias. Estación Expe-rimental de Pastos y Forrajes
"Indio Hatuey". Matanzas, Cuba. p. 61. 1988.
33. Rodriguez,
S. F. Fertilizantes. Nutrición Vegetal. Editorial A.G.T. México,
D.F. 157 p. 1982.
34. Sharpley, A;
Smith, S. & Buin, W. Nitrogen and phosphorus rate from long term
poultry litter aplications to Oklahoma soils. Soil Science Society of America
Journal. 57: 1131. 1993.
35. Steel, R. &
Torrie, J. Principles and procedures of statistics. 2th ed. McGraw Hill
Int. Co. Tokio, Japan. 1981.
36. Trinidad, S.
Uso de abonos orgánicos en la producción agrícola. Serie
Cuadernos de Edafología No. 10. Centro de Edafología. Colegio
de Postgraduados. Chapingo, México. 45 p. 1987.
37. Velez, J.;
Arroyo, J.A. & Rodriguez, J. Response of Stargrass to fertilizer
and solid cattle manure in Puerto Rico. J. of Agric. of the University of
Puerto Rico. 69 (3):323. 1985.
38. Vilela, H.;
Peixoto, M. & Silvestre, J.R. Uso de biofertilizante em Capineira
de Capim elefante (Pennisetum purpureum, Schum.). Arquivo Brasileiro
de Medicina Veterinaria e Zootecnia. 39 (3):461. 1987.
39. Voisin, A.
Dinámica de los pastos. Editorial Tecnos. Madrid, España. 456
p. 1974.
Recibido el 5 de enero de 1996