ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN

 

 

 

UTILIZACIÓN DE MIELES FINALES DE CAÑA DE AZÚCAR AMONIFICADAS COMO SUPLEMENTO EN VACAS LECHERAS

 

 

 

F. Ojeda, R. Ruz y L. Lamela

Estación Experimental de Pastos y Forrajes «Indio Hatuey» Matanzas, Cuba

 

 

 


RESUMEN

Se utilizaron 6 vacas mestizas (3/4 Holstein x 1/4 Cebú), las cuales fueron distribuidas en un diseño Switch Back para estudiar la suplementación con miel final utilizando amoniaco o urea como fuentes de nitrógeno no proteico (NNP). Los tratamientos evaluados fueron: A) miel final; B) miel final + 3 % de urea y C) miel final + 1,7 % de amoniaco. La carga empleada fue de 1,3 vacas/ha. Los animales rotaron en catorce cuartones con un tiempo de descanso de 39 días y la disponibilidad de pastos fue de 35 kg de MS/vaca/día. Se encontraron diferencias significativas (P<0,01) para la producción de leche: A) 6,1b; B) 7,1a y (C) 7,2a kg/vaca/día; sin embargo, no hubo efecto en la composición química de la leche. No fueron observados trastornos metabólicos ni clínicos por el uso del amoniaco. Este ensayo demostró la posibilidad de utilizar el amoniaco como suplemento nitrogenado en vacas en ordeño

Palabras claves: Suplementos, miel final, amoniaco, urea


ABSTRACT

Six half-bred cows (3/4 Holstein x 1/4 Zebu) were distributed in a Switch Back design in order to study the supplementation of final molasses using ammonia or urea as non proteic nitrogen sources. The treatments were: A) final molasse; B) final molasse + 3 % of urea and C) final molasse + 1,7 % of ammonia. A stocking rate of 1,3 cows/ha was used. The animals rotated in fourteen paddocks with 39 days resting time. The herbage availability was about 35 kg of DM/cow/day. Significative differences (P<0,01) in milk production were recorded: A) 6,1b; B) 7,1a and (C) 7,2a kg/cow/day; however, there was not effect in chemical composition of milk. Metabolical or clinical disorders due to the use of ammonia was not observed. The possibility of using ammonia as nitrogen supplement in milking cows was concluded

Additional index words: Supplements, final molasse, ammonia, urea


 

 

INTRODUCCIÓN

La amonificación de las mieles de caña de azúcar ha sido objeto de estudio desde la década de los años 1950.

El menor costo del amoniaco, sus altos por cientos de nitrógeno con respecto a otros compuestos químicos utilizables en la alimentación de los rumiantes y el hecho de ser el componente primario de gran parte de las proteínas microbianas, han promovido la atención de los nutricionistas.

Sin embargo, las investigaciones encaminadas a lograr su incorporación en las mieles resultaron infructuosas, debido principalmente a que el concepto que primó fue el de favorecer las reacciones entre el amoniaco y los carbohidratos presentes, acción que tenía por consecuencia la formación de compuestos tóxicos para los animales (Wiggins, 1956). Esta situación hizo que dicha línea de investigación fuera abandonada y sustituida por el empleo de la urea (Loosli y McDonald, 1969).

En la actualidad la toxicidad de las mieles no constituye un problema, pues este fue resuelto mediante un procedimiento desarrollado en la EEPF «Indio Hatuey», el cual consiste en disolver previamente el amoniaco en agua para que el calor de disolución se disipe fuera de la miel; de esta manera se logra que la amonificación de las mieles se realice mediante una simple disolución, disminuyendo así los riesgos de síntesis de compuestos indeseables.

La inocuidad de esta tecnología fue corroborada mediante experimentos con animales (Ojeda, Leng, Allen, Lamela, Ruz y Perdomo, 1996).

Por otra parte, es conocido que cuando las vacas lecheras consumen gramíneas como único alimento es imprescindible proporcionarles algún suplemento energético-proteico que les permita satisfacer sus requerimientos nutricionales, el cual puede ser miel final con un compuesto aportador de nitrógeno (Pérez-Infante y Cruz, 1981).

Teniendo en cuenta estos antecedentes, el presente trabajo tuvo como objetivo determinar si existen diferentes respuestas productivas cuando la fuente de nitrógeno no proteico utilizada es la urea o el amoniaco.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

Los tratamientos experimentales consistieron en tres tipos de suplementación: A) miel final sola, B) miel final + 3 % de urea y C) miel final + 1,7 % de amoniaco.

La producción de leche fue evaluada en 6 vacas lecheras de tercera lactancia, con fechas similares de parto y más de 90 días de paridas, cuyo peso promedio fue de 450 kg.

El diseño utilizado fue un Switch Back con 2 animales por tratamiento.

Los períodos de evaluación (7 días) fueron antecedidos por períodos de adaptación (14 días), excepto al inicio del experimento cuando esta se prolongó durante 21 días.

El manejo consistió en pastoreo libre después de cada ordeño (6:00 a.m. y 2:00 p.m.); a partir de las 11:00 a.m. permanecían en la nave de sombra, donde recibían el suplemento de miel final a razón de 1 kg/vaca/día. No se les ofertaba otro alimento en canoa ni durante el ordeño.

Los animales rotaron en un área donde el pasto predominante fue Panicum maximum cv. Likoni, la cual estaba dividida en 14 cuartones, con 39 días de descanso entre cada rotación y una carga de 1,3 vacas/ha.

La disponibilidad promedio durante el tiempo que duró el experimento fue de 35 kg de MS/vaca/día; esta fue determinada mediante el método propuesto por Martínez, Torres y Milera (1985).

Las mediciones realizadas en los períodos de toma de datos fueron: producción y calidad de la leche.

Durante los períodos de medición, al verificar la disponibilidad de pasto se tomaron muestras para determinar su calidad.

La composición química de los alimentos fue analizada de acuerdo con las metodologías siguientes: materia seca (MS) a 70ºC en estufa de ventilación forzada, proteína bruta (PB) y fibra bruta (FB) según las técnicas de AOAC (1965).

A la leche se le determinaron los por cientos de grasa, sólidos totales (ST) y sólidos no grasos (SNG) por la técnica de Gerber (British Standards Institution, 1960).

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

La suplementación de los rumiantes con alimentos que incluyan simultáneamente una fuente de nitrógeno no proteico y miel final, tiene como principal objetivo favorecer el entorno nutricional de los microorganismos presentes en el rumen con dos elementos primarios e imprescindibles para la síntesis de proteína protoplasmática: nitrógeno y energía (Hvelplund, 1991).

Con el aumento de los elementos nutricionales, el número de bacterias, protozoos y hongos también se incrementa, lo cual implica una acción más intensa de estos sobre los sustratos presentes en el rumen. Ello facilita que aumente tanto la velocidad de pasaje de los alimentos como la cantidad de proteína de origen alimentario y microbiano que pasa hacia las partes inferiores del tracto digestivo. Este proceso culmina con un incremento de la producción animal por efecto de la suplementación.

Para que todo esto suceda es imprescindible que los animales dispongan de suficiente material voluminoso, aspecto que fue garantizado en esta investigación de acuerdo con los niveles de oferta recomendados por Hernández, Carballo, García-Trujillo, Mendoza y Robles (1992), y que el pasto ingerido sea de buena calidad ya que le corresponde aportar la mayor parte de los nutrientes.

La composición química de los alimentos ofertados (tabla 1) indica que se logró suministrar durante el experimento un rebrote joven con por cientos adecuados de proteína bruta y tenores bajos de fibra bruta, acorde con la época del año según lo informado por García-Trujillo y Cáceres (1984).

En las mieles utilizadas como suplemento se hallaron diferencias en los por cientos de materia seca; los mayores valores correspondieron a la miel final, los menores a la miel amonificada y los intermedios a la miel con urea. Tales variaciones se deben a que es necesario disolver estas fuentes de NNP en agua antes de su incorporación a la miel.

Los contenidos de NNP (expresados como proteína bruta) de las mieles con urea o amoniaco fueron similares, pero superiores en más de 8 unidades porcentuales con respecto a la miel final sola.

Se encontraron diferencias significativas (P<0,01) en la producción de leche entre los tratamientos; los menores valores fueron observados cuando se suplementó con miel final; mientras que la incorporación de NNP permitió una mayor producción (un kilogramo más), la cual no difirió entre las dos fuentes utilizadas (tabla 2).

Este incremento fue similar que el obtenido por Veitía (1971), lo que demuestra que en las dietas a base de forraje la suplementación con nitrógeno no proteico es efectiva. Además, en el caso de este experimento ambas fuentes de nitrógeno fueron similares desde el punto de vista nutricional.

No se hallaron diferencias significativas en los componentes químicos de la leche por efecto de los tratamientos, lo cual indica que posiblemente los patrones fermentativos ruminales no resultaron perturbados por la presencia de mayores concentraciones de nitrógeno como consecuencia de la adición de urea o amoniaco.

Por otra parte, Pérez-Infante y Cruz (1981) no recomiendan altos insumos de miel con urea, ya que la producción de leche se deprime por el efecto de un menor consumo de materia seca y los cambios en los patrones fermentativos ruminales. Sin embargo, en este caso, al suministrar la miel en cantidades restringidas, no se presentaron esos inconvenientes.

Es importante señalar que durante los 84 días que duró el experimento no se produjeron trastornos metabólicos en las vacas, ni otros signos clínicos como abortos o hipersensibilidad, como se ha encontrado en otras investigaciones con mieles amoniadas (Wiggins, 1956; Tillman, Gallup y Woods, 1957) o en pajas tratadas con amoniaco (Perdok y Leng, 1987), por lo que se ratifica que el procedimiento de amonificación empleado resulta inocuo.

Este ensayo permite ampliar el horizonte nutricional de los rumiantes, al demostrar la factibilidad de utilizar el amoniaco como suplemento en vacas lecheras.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. AOAC. Official methods of analysis. Ass. Off. Agric. Chem. Washington, D.C. 1965.

2. BRITISH STANDARDS INSTITUTION. British Standards 696. II. Methods. London. 29 p. 1960.

3. Garcia-Trujillo, R. & Caceres, O. Nuevos sistemas para expresar el valor nutritivo de los alimentos y el requerimiento y racionamiento de los rumiantes. EEPF «Indio Hatuey». Matanzas, Cuba. 44 p. 1984.

4. Hernandez, D.; Carballo, Mirta; Garcia-Trujillo, R.; Mendoza, C. & Robles, F. Estudio del manejo de Panicum maximum cv. Likoni para la producción de leche. IV. Respuesta animal y comportamiento del pastizal. Pastos y Forrajes. 15:249. 1992.

5. Hvelplund, T. Volatile fatty acids and protein production in the rumen. In: Rumen microbial metabolism and ruminant digestion. (Ed. J.P. Jouany). INRA, Paris. p. 165. 1991.

6. LOOSLI, J.K. & Mcdonald, J.W. El nitrógeno no proteico en la nutrición de los rumiantes. FAO. Roma, Italia. Estudios Agropecuarios 75, 107 p. 1969.

7. Martinez, J.; Torres, Verena & Milera, Milagros. Métodos de muestreo para estimar el rendimiento en bermuda cruzada-1. Pastos y Forrajes. 8:167. 1985.

8. Perdok, H.B. & Leng, R.A. Hiperexcitability in cattle fed ammoniated roughages. Animal Feed Science and Technology. 17:121. 1987.

9. Perez-Infante, F. & Cruz, J. Efectos del suministro de miel final con urea en la composición y producción de leche en una vaquería comercial. Rev. cubana Cienc. agríc. 15:257. 1981.

10. Ojeda, F.; Leng, R.A.; Allen, M.; Lamela, L.; Ruz, F. & Perdomo, A. Amoniaco, fuente alternativa de nitrógeno no proteico para los rumiantes. Resúmenes. X Seminario Científico de Pastos y Forrajes. EEPF «Indio Hatuey». Matanzas, Cuba. p. 101. 1996.

11. Tillman, A.D.; Gallup, W.D. & Woods, W. The utilization of ammoniated cane molasses by sheep. J. Anim. Sci. 16:419. 1957.

12. Veitia, J. Producción de leche de vacas Holstein x Brahman con libre acceso a forraje de hierba elefante y a un concentrado rico en proteínas, miel o miel/urea. Rev. cubana Cienc. agríc. 5:175. 1971.

13. Wiggins, L.F. Some recent studies on ammoniated molasses. Sugar Journal. 18:18. 1956.

 

 

 

Recibido el 28 de abril de 1997