ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN

 

 

 

NIVELES CRÍTICOS DE P EN LEGUMINOSAS PROMISORIAS

 

 

 

A.R. Mesa, J. Martínez y F. Mendoza

Estación Experimental de Pastos y Forrajes "Indio Hatuey" Perico, Matanzas, Cuba

 

 

 


RESUMEN

Bajo condiciones controladas, se condujo un experimento para determinar los niveles críticos de P en tres leguminosas tropicales: Lablab purpureus cv. Rongai, Teramnus labialis cv. Semilla Clara y Macroptilium atropurpureum cv. Siratro, en un suelo de textura arenosa. Los tratamientos consistieron en la aplicación de 0, 50, 100, 150, 200, 250, 300, 350 y 400 kg de P/ha. Se efectuaron dos cortes en las dos últimas especies y uno en L. purpureus para determinar el rendimiento de MS (g por maceta) y el contenido de P. Todas las especies respondieron significativamente (P<0,001) hasta los 134,42; 84,04 y 200 a 250 kg de P/ha para L. purpureus, teramnus y siratro. El contenido de P se correlacionó significativamente con los tratamientos, con r de 0,88***; 0,85*** y 0,72*** para estas mismas especies, y los niveles críticos de P fueron de 0,160; 0,216 y 0,259% respectivamente, por lo que el Lablab fue la especie menos exigente y el siratro el de mayor requerimiento de fósforo.

Palabras clave: Niveles críticos de P; Lablab purpureus, Teramnus labialis y Macroptilium atropurpureum.


ABSTRACT

An experiment was conducted under controlled conditions in order to determine critical P levels on three tropical legumes: Lablab purpureus cv. Rongai, Teramnus labialis cv. Semilla Clara and Macroptilium atropurpureum cv. Siratro in a sandy texture soil. Treatments consisted on applying 0, 50, 100, 150, 200, 250, 300, 350 and 400 kg of P/ha. Two cuttings were made on Semilla Clara and Siratro cultivars and a single cutting on cv. Rongai in order to determine DM yield (g/pot) and P content. Significative responses (P<0,001) were shown (134,42; 84,04 and from 200 to 250 kg of P/ha) by all cultivars (Rongai, Semilla Clara and Siratro respectively). P content was significative correlated with the treatments with r of 0,88***;0,85*** and 0,72*** for these species. Critical P levels were 0,160; 0,216 and 0,259% respectively; therefore, Rongai was the least exigent cultivar and siratro was found to have the higher P requirement.

Additional index words: Critical P levels, Lablab purpureus, Teramnus labialis and Macroptilium atropurpureum.


 

 

INTRODUCCIÓN

Las leguminosas constituyen para la ganadería una fuente rica de alimentación (Whyte, Nilsson-Leissner y Trumble, 1955) por su alto contenido en proteína y vitaminas, mejorando de esta forma la digestibilidad de la dieta y los consumos diarios de MS por el ganado bovino (Osbourn, 1977); por lo que se hace necesario buscar dentro de estas las especies con bajos niveles críticos de fósforo y con un alto rendimiento de MS, dado que la mayoría de nuestros suelos dedicados a la ganadería presentan bajos niveles de P2O5 disponible, o lo fijan con gran facilidad haciéndolo insoluble para la absorción de las plantas.

Unido a esta problemática, los fertilizantes fosfóricos incrementan los precios considerablemente y las fuentes de los mismos escasean cada día más, por lo que una alternativa práctica desde el punto de vista agronómico para solucionar este problema sería la antes mencionada.

Por eso, el objetivo del presente trabajo fue determinar los niveles críticos de P en tres leguminosas promisorias: Lablab purpureus cv. Rongai; Teramnus labialis cv. Semilla Clara y Macroptilium atropurpureum cv. Siratro.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

Se determinó, bajo condiciones controladas en casa de cristal, los niveles críticos de P en L. purpureus cv. Rongai; T. labialis cv. Semilla Clara y M. atropurpureum cv. Siratro, por el método matemático de Cate y Nelson (1965).

Se utilizó un suelo de textura arenosa, del sur de la provincia de Sancti Spiritus, el cual fue señalado por Mesa y Figueroa (1979) como limitante en P para la producción de MS, además de presentar una baja absorción de los iones fosfatos (300 mg/100 g de suelo) de acuerdo con los resultados de Nuviola, Labrada, Gómez, Mesa y Fundora (1984).

Tratamientos y diseño. Los tratamientos consistieron en la aplicación de niveles crecientes de P: 0, 50, 100, 150, 200, 250, 300, 350 y 400 kg de P/ha, cuatro repeticiones y las macetas se realeatorizaron periódicamente.

Procedimiento. El procedimiento empleado en este experimento fue descrito anteriormente por Mesa, Hernández y de la Cruz (1983). Se efectuaron dos cortes en la fenofase de botonación.

Análisis estadístico. El rendimiento de MS (g por maceta) fue analizado por los modelos discontinuos rectilíneos para L. purpureus y T. labialis, y para M. atropurpureum se efectuó un análisis de regresión de acuerdo con el modelo Y = A0 + A1 X + A2 X2. Para el contenido de P (%) en las hierbas se efectuó al análisis de regresión lineal. El coeficiente de determinación (R2) para evaluar el ajuste de los niveles críticos fue calculado por el modelo discontinuo de dos medias.

 

RESULTADOS

Rendimiento de MS (g por maceta). Para Lablab purpureus el modelo que más se ajustó fue el de tres puntos determinan la pendiente (fig. 1) con R2 = 0,80. Se puede observar que el rendimiento máximo estable obtenido fue de 13,71 g de MS por maceta con una dosis de 134,42. El mejor ajuste para el teramnus se obtuvo con el modelo dos puntos determinan la pendiente» con R2 = 0,50. El rendimiento máximo estable fue de 14,9 g de MS por maceta con el nivel de 84,04 kg de P/ha (fig. 2). En ambos casos, de acuerdo con el test de students, se obtuvieron diferencias altamente significativas (P<0,001) entre el mínimo y máximo rendimiento.

Para el Siratro el rendimiento máximo fue de 105 g de MS por maceta, que se logró con el nivel de 200 a 250 kg de P/ha, con una caída brusca de los rendimientos a partir de dicho nivel (fig. 3).

Contenido de P (%) en las plantas. El contenido de P L. purpureus y T. labialis mostró una regresión lineal entre este y los niveles de aplicación de P en el suelo, con r de 0,88*** y 0,85*** respectivamente (figs. 4 y 5).

En el siratro se obtuvo una regresión cuadrática con r de 0,72***; se observó que a partir de los 200 kg de P/ha aplicados al suelo, hubo una ligera disminución en el contenido de este elemento (fig. 6).

Niveles críticos de P. En la tabla 1 se observan los niveles críticos de P; se nota que la especies L. purpureus es la menos exigente a este elemento, mientras que el siratro es una planta de altos requerimientos fosfóricos.

 

DISCUSIÓN

Se ha demostrado que la gran mayoría de las leguminosas responden satisfactoriamente a la fertilización fosfórica cuando los suelos son pobres en este nutrimento, y se ha observado una estrecha relación entre los niveles de aplicación de P al suelo y el rendimiento de MS (Shaw, Gates y Wilson, 1966; Souto y Döbereiner, 1970; Kolling, Stammel y Kornelius, 1976; Ruiz y Ayala, 1978); ello se debe a que este elemento es de vital importancia para el fisiologismo vegetal por formar parte de los ácidos nucleicos, compuestos fosforilados proveedores de alta energía (Devlin, 1975), y es necesario para los procesos de fotosíntesis y respiración (Flüge, Freisl y Heldt, 1984).

La marcada respuesta hasta los niveles de 134,42; 84,04 y 200 a 250 kg de P/ha, puede deberse a la baja adsorción que presenta este suelo a los fosfatos y a los bajos niveles de P disponibles en el suelo.

Jones (1974), estudiando la respuesta al fósforo de un grupo de introducciones del género Stylosanthes, encontró que el máximo rendimiento de MS se encontraba alrededor de los 100 kg de P/ha, para después descender; resultados similares obtuvieron Moody y Edwards (1978) en S. humilis. También Halmark y Barber (1981) demostraron que cuando aplicaron 100 mg de P/kg de suelo (H» 100 kg/ha) se obtenía un buen rendimiento de Glycine max, además de aumentar el número y el peso de los tallos y la raíz y provocar un incremento en el influjo de P, K, Ca y Mg. Estos y otros resultados sugieren que la respuesta de la mayoría de las leguminosas se encuentra en este rango de aplicación, similares a los obtenidos en L. purpureus y teramnus; sin embargo, en siratro el máximo rendimiento de MS se obtuvo a niveles más altos de aplicación, por lo que parece ser una especie más exigente a dicho elemento. Resultados similares planteó Adams (1983) al concluir que el siratro tiene unos requerimientos de fósforo por encima de las disponibilidades de ese elemento en muchos suelos, y que se obtienen buenos resultados cuando el contenido de esto excede las 20 ppm de P.

La caída en los rendimientos a partir del óptimo ha sido registrada en varias especies de leguminosas. Bruce (1974) informó que el rendimiento de MS disminuía a medida que aumentaban los niveles de superfosfato en S. guianensis, por la cantidad de azufre que le aportaba al suelo, pero en nuestro caso la fuente utilizada (KH2PO4) carecía de este elemento; no obstante, sí podía incrementar los niveles de K, que unidos a los altos niveles de P pueden provocar trastornos en la absorción y acumulación de elementos minerales, vitales para sus funciones metabólicas, y por ende provocar una caída de los rendimientos de MS.

El aumento del contenido de P en las leguminosas estudiadas con los niveles de este nutrimento aplicado al suelo, ha sido corroborado por varios autores, tales como Loneragan (1967) cuando estudió la absorción fosfórica en un grupo de plantas de esta familia; también por Eng, Kerridge y t'Mannetje (1978) en Stylosanthes y Centrosema; y por Gilbert y Shaw (1978) quienes lograron incrementos en el contenido de P en tres especies del género Stylosanthes cuando aplicaron fertilizantes fosfóricos desde 0 hasta 45 kg/ha. Estos y los resultados nuestros pudieran deberse a la disponibilidad de P en forma soluble en el suelo y a la capacidad del sistema radical para absorber este elemento.

También coincide en el siratro la caída del rendimiento de MS con la toma de fósforo, lo que puede deberse a las causas mencionadas anteriormente.

Con respecto a los niveles críticos, Truong, Andrew y Skerman (1967) informaron valores muy cercanos al nuestro para la especie Phaseolus atropurpureus (M. atropurpureum, 0,25%), al igual que Andrew y Robins (1969) quienes informaron este mismo valor, por lo que se puede observar que es una especie muy exigente a este elemento.

En Teramnus labialis, se informa en la literatura por Funes, Yepes y Hernández (1971) que el contenido de P en la planta fue de 0,24% cosechada a las 6 semanas, un poco superior a lo encontrado en este trabajo debido al manejo experimental y agrotécnico empleado; no obstante, consideramos que es una especie medianamente exigente a dicho elemento.

Con respecto a L. purpureus, se informó por Menéndez, Mesa y Esperance (1985) que esta especie alcanzó como promedio 0,17% de P cuando se explotaba en un suelo bien abastecido de fósforo, lo que coincide con lo hallado por nosotros, por lo que se considera una planta poco exigente.

Desde el punto de vista agronómico estos valores de niveles críticos poseen gran importancia, ya que lo suelos dedicados a la ganadería tienen bajo contenido de P2O5 asimilable, lo que traería como consecuencia la aplicación de ese fertilizante, en el caso del siratro, en altas dosis para mantener un óptimo rendimiento; mientras que en el teramnus no se hace necesaria la aplicación en grandes cantidades, y posiblemente la dosis empleada durante el establecimiento puede ser utilizada para su mantenimiento, aspecto que en un futuro debe estudiarse.

Por los bajos requerimientos que presenta L. purpureus, se supone que se adapte muy bien en aquellos suelos que tengan cantidades de P2O5, disponible entre las categorías de bajo a mediano.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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