ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN

 

 

 

EFECTO DE LA EPOCA Y MOMENTO DE SIEMBRA EN EL ESTABLECIMIENTO DEL PASTO ESTRELLA JAMAICANO (Cynodon nlemfuensis)

 

 

 

L.A. Corbea y E. Fernández

Estación Experimental de Pastos y Forrajes "Indio Hatuey" Perico, Matanzas; Cuba

 

 

 


RESUMEN

En un diseño de bloques al azar con 4 réplicas, se

estudió el efecto de la época y el momento de siembra en el establecimiento del pasto estrella jamaicano. Los tratamientos fueron: siembra en junio, julio, septiembre, noviembre, enero, marzo y mayo. La siembra se realizó a vuelta de arado, en un suelo Ferralítico Rojo hidratado con semilla de 90-100 días de edad. El corte de establecimiento se realizó cuando el pasto cultivado cubrió el 75% o más del área en uno de los tratamientos; los restantes cortes se efectuaron cada 60 días. Los tratamientos de junio y julio lograron su establecimiento a los 120 y 105 días respectivamente y alcanzaron una producción de 19,9 y 20,3 t de MS/ha sin diferencias entre ellos, pero sí del resto (P<0,001), que lograron su establecimiento entre 190 y 340 días. Las siembras efectuadas en enero y mayo no llegaron a establecerse a los 340 días. Los parámetros de establecimiento de junio y julio no fueron igualados por ningún otro tratamiento, lo que muestra una evidente superioridad de esos dos momentos de siembra para esta especie. Se recomienda el período lluvioso como el mejor para el establecimiento del pasto estrella jamaicano y los meses de junio y julio como los más apropiados.

Palabras clave: Pasto estrella jamaicano, época y momento de siembra, establecimiento.


ABSTRACT

The effect of season and sowing time was studied in a randomized block design with four replications. The sown was made in June, July, September, November, January, March and May by means of the plough turn over method in a red hidrated ferralitic soil and 90-100 days age seeds. When the cultivated grass covered 75% of the area or more in one of the treatments, the establishment cutting was made; the rest cutting were applied every 60 days. The establishment of June and July treatments was found at 120 and 105 days respectively and they reached a production of 19,9 and 20,3 t of DM/ha without differences among them but from the rest (P<0,001) of the treatments which were established during 190 and 340 days. The sowings made in January and May were not found to be established at 340 days. The parameters of June and July establishment were not iqualy obtained by any other treatment so it means the evident superiority of these two sowing times for this specie. The wet season is recommended as the best period for star grass establishment and June and July are the most appropriated months.

Key words: Star grass cv. Jamaicano, sowing time, establishment.


 

 

INTRODUCCIÓN

La importancia del conocimiento de la época y el momento más propicio para la siembra de determinadas especies promisorias que se propagan en grandes áreas del país, como pasto estrella, está dada por la urgente necesidad de un desarrollo acelerado de nuestros pastizales para que estos puedan cumplir realmente el rol que se les ha asignado: constituir la base alimentaria de la ganadería.

El pasto estrella, por sus características, puede considerarse el cultivar más rústico entre todos los de las especies del género Cynodon cultivados en Cuba. Presenta una gran adaptación a suelos con diferentes características que van desde los salinos húmedos hasta los secos de las montañas con rangos de pH que pueden oscilar desde 5 hasta 8 (Ramos, Echevarría y Herrera, 1980). Esta característica de plasticidad ha llevado en ocasiones a pensar en la posibilidad de su siembra y establecimiento en cualquier momento y época del año siempre que se cuente con riego, lo cual pudiera ser generalmente aceptado si no se tiene en cuenta un factor tan importante como es la rapidez de desarrollo en el período de establecimiento.

El objetivo de este trabajo fue estudiar el efecto de la época y el momento de siembra en el establecimiento del pasto estrella jamaicano.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

Localización. El trabajo fue realizado de en la EEPF «Indio Hatuey» sobre un suelo Ferralítico Rojo (Academia de Ciencias de Cuba, 1979).

Tratamientos y diseño. Se utilizó un diseño de bloques al azar con 4 réplicas; los tratamientos estuvieron constituidos por cuatro momentos de siembra en la época lluviosa (mayo, junio, julio, septiembre) y tres en la época poco lluviosa (noviembre, enero y marzo)

Procedimiento y medidas. El suelo se preparó totalmente entre marzo y junio y se mantuvo posteriormente con grada y rotovator hasta realizar la última siembra de mayo.

La siembra se realizó en todos los casos a vuelta de arado a una distancia de 60 cm entre hileras, con semilla de 90-100 días de edad. Se aplicó riego a razón de 250 m3/ha durante el período seco, con intervalos entre riego de 15-20 días; cada tratamiento se evaluó durante 1 año a partir de la fecha de siembra, incluidos los que no fueron cortados por no alcanzar su establecimiento en ese período.

Se midió el área cubierta por el pasto estrella, área cubierta por el pasto natural, área no cubierta por el método del marco de 1 m dividido en decímetros. El número de hijos/estolón y el largo del estolón cada 30 días a partir de la siembra en 5 puntos tomados al azar en la parcela, y la altura y el rendimiento de MS en cada corte, que se hicieron cada 60 días a partir del establecimiento.

Se fertilizó con 50, 100 y 150 kg de NPK/ha 35 días después de la siembra, y con 40 kg de N/ha después de cada corte.

El número de cortes estuvo condicionado por la rapidez en el establecimiento, ya que el tiempo de duración desde la siembra hasta el último fue de 1 año, uniforme para todos los tratamientos.

El primer corte se realizó cuando los tratamientos alcanzaron el 75% o más del área cubierta por el pasto estrella.

La temperatura, la precipitación y la evaporación libre fueron medidas durante los 2 años (tablas 1a y 1b). Las diferencias entre las medias se analizaron mediante la prueba de comparación múltiple de Duncan (1955).

 

RESULTADOS

Area cubierta por el pasto estrella. Los tratamientos que más rápido alcanzaron el parámetro prefijado para realizar el primer corte (75% o más) fueron junio y julio, que a los 90 días cubrían el 80,8 y 76,5% respectivamente, mientras que en este mismo período los demás tratamientos no rebasaron el 42% (fig. 1). Aunque finalmente todos, excepto enero y mayo, cubrieron áreas superiores al 74% (tabla 2), no se observó diferencia significativa entre tratamientos al realizar el primer corte.

Las menores áreas ocupadas por el pasto natural a los 90 días correspondieron a los meses de junio y julio con 11,3 y 17,9 respectivamente (fig. 2). Un año después de la siembra todos los tratamientos que lograron establecerse tenían entre 10 y 29% del área cubierta por la vegetación espontánea; mientras que enero y mayo, que no lograron establecerse, estaban invadidos en 65 y 78,5% (tabla 3).

El área no cubierta a los 90 días y al final del experimento fue, en general, baja y no difirió entre los tratamientos (tabla 4).

El largo de los estolones fue superior (P<0,001) para los meses de junio y julio, los cuales a los 90 días alcanzaron longitudes de 176,5 y 168,8 cm respectivamente, mientras que el resto no sobrepasó los 120 cm para ese período (tabla 5). Se notó crecimiento medio para septiembre y noviembre y muy lento para enero, marzo y mayo, lo cual provocó que al momento del primer corte en los que lograron establecimiento o al año de sembrado en los que no lo lograron, ninguno alcanza longitudes superiores a los 150 cm (fig. 3).

El número de hijos/estolón en las siembras de junio y julio alcanzó valores de 8,9 y 8,8 a los 90 días después de la siembra; así superó los valores mostrados por todos los demás momentos de siembra para igual período (tabla 6). Los valores más bajos se registraron en septiembre y noviembre con 5,0 y 4,5; aunque al alcanzar el establecimiento estas diferencias habían desaparecido.

La altura de la planta al momento del corte no mostró diferencias significativas para ninguno de los tratamientos que lograron establecerse, aunque en los cortes restantes noviembre y marzo fueron ligeramente superiores al resto (fig. 4). Los meses de junio y julio con 19 y 20 t de MS/ha/año resultaron los más destacados y con diferencias altamente significativas (P<0,001) del resto de los tratamientos que lograron establecerse; no se tuvo en cuenta en este parámetro enero y mayo, que no llegaron a cubrir el área necesaria para considerarlos establecidos (fig. 5). Por ello no pudieron ser cortados en el año de evaluación, mientras que junio y julio recibieron 6 cortes, septiembre y noviembre 4 y marzo 1.

 

DISCUSIÓN

La mayor área cubierta por el pasto estrella en las siembras realizadas en los meses de junio y julio coinciden con la ocurrencia de las mayores precipitaciones y valores medios de las temperaturas máximas y mínimas. La convergencia favorable de estos dos factores es considerada de capital importancia por su influencia en el desarrollo de las plantas tropicales. Hegarty (1978) planteó que el stress de humedad puede inhibir la germinación de la semilla o no proveer a la planta recién germinada de la humedad necesaria para realizar una eficiente actividad metabólica, en la cual el agua tiene efectos directos o indirectos (Sprague, 1966).

Las altas temperaturas benefician el desarrollo de las gramíneas tropicales, por su capacidad para incrementar la fotosíntesis en función de este factor climático. Los efectos negativos en el crecimiento de especies tropicales a temperaturas de 18,13 y 21/16°C fueron estudiados por Skerman (1973). Humphreys (1969) planteó que incluso el género Cynodon puede verse afectado por temperaturas inferiores a los 11°C.

La rapidez con que el pasto estrella cubrió el área experimental no permitió el desarrollo de la vegetación espontánea en las siembras de junio y julio, que solamente fueron invadidos en 11,3 y 17,9% respectivamente a los 90 días; mientras que las siembras de enero y mayo, que no llegaron a establecerse, resultaron invadidas en 65 y 78,5%, lo cual puede estar dado por la mejor adaptación de la vegetación espontánea a condiciones adversas de humedad y temperatura.

El área no cubierta fue baja para todo los tratamientos al momento de realizar el primer corte, ya que en ningún caso superó el 3,7% del área experimental; este resultado es lógico si tenemos en cuenta que en nuestras condiciones los espacios no cubiertos por las especies cultivadas son rápidamente invadidos por la vegetación espontánea, estableciéndose un equilibrio en este sentido, producto de lo cual los espacios despoblados se reducen al mínimo.

La mayor longitud de los estolones alcanzada por las siembras de junio y julio puede estar relacionada con las buenas condiciones de humedad, luz y temperatura que se produjeron en estos meses para el desarrollo de los mismos; no resultado similar podía esperarse para el mes de mayo, considerado el inicio del período lluvioso en nuestro país y que ha sido recomendado por Padilla, Sarroca, Sánchez y Febles (1977) para la siembra de la guinea común; sin embargo, las escasas lluvias ocurridas en este mes en 1983 y lo disperso de su ocurrencia, explican la razón del mal comportamiento obtenido en la siembra realizada en dicho mes.

El número de hijos por estolón se comportó en relación directa con el desarrollo integral de la planta; junio y julio coincidieron con el mayor número de hijos a los 90 días después de la siembra, pero estas diferencias fueron desapareciendo en la medida que cada tratamiento fue alcanzando su establecimiento. Unicamente se mantuvo la diferencia en el tiempo.

La altura al momento del primer corte no presentó diferencias entre los tratamientos, pues osciló entre 65 y 72 cm para todos ellos, aunque es de destacar que junio y julio alcanzaron esa altura a los 108 y 120 días respectivamente, mientras que el resto de los tratamientos que lograron establecerse tardaron entre 190 y 340 días. La ligera superioridad observada para el resto de los cortes en las siembras de noviembre y marzo pudo estar dada por el menor número de cortes que recibieron.

Estos resultados concuerdan con lo planteado por Ferraris (1978) sobre la reducción en el crecimiento de las plantas de Panicum que crecieron a temperaturas de 21/16°C, al compararlas con las que crecieron a 30/25°C.

El rendimiento de MS fue muy superior (P<0,001) en las siembras realizadas en junio y julio (18,93 y 20,3 t/ha/año respectivamente), pues debló prácticamente los de septiembre y noviembre que lo siguieron en orden para un mismo período. Estos resultados están acordes con las mayores precipitaciones y temperaturas presentadas en los meses de junio y julio y corroboraron los obtenidos por Hernández y Rodríguez (1975) y Remy y Martínez (1978) en pangola y bermuda cruzada, quienes recomendaron junio y julio como los meses más apropiados para la siembra de dichas gramíneas. Coinciden además con lo planteado por West (1969) y t'Mannetje y Bennekan (1974) acerca de que las temperaturas bajas pueden afectar el rendimiento hasta un 16% y la acumulación de peso seco, la fotosíntesis, la reacción Hill y el tamaño de los cloroplastos en Digitaria decumbens y también con lo planteado por Sweeney y Hapkinson (1975), quienes informaron que las temperaturas inferiores a 30/25°C podían reducir el rendimiento potencial en varias especies tropicales.

De acuerdo con estos resultados parece aconsejable recomendar los meses de junio y julio como los más adecuados para la siembra del pasto estrella, con vistas a obtener establecimientos rápidos y eficientes.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. ACADEMIA DE CIENCIAS DE CUBA. Clasificación de los suelos de Cuba. Instituto de Suelos. La Habana 1979.

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4. HEGARTY, K.L. The Physiology of seed hidratation water stress and dihidratation and the relation between water and the control of germination plant. Ceiland environment. 1:101 1978.

5. HERNANDEZ, R. & RODRIGUEZ, G. Serie Técnico Científica A-12. EEPF "Indio Hatuey". Matanzas, Cuba. Pág. 12 1976.

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8. PADILLA, C.; SARROCA, J.; SANCHEZ, L. & FEBLES, G. ALPA. VI Reunión. Resúmenes. La Habana. Pág. 166 1977.

9. RAMOS, N.; ECHEVARRIA, N. & HERRERA, R. Algunos aspectos a tener en cuenta en la explotación y manejo del pasto estrella. ICA. La Habana 1980.

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13. SWEENEY, F.C. & HAPKINSON, J.M. Trop. Grassld. 9:209 1975.

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