ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN

 

 

 

VALOR NUTRITIVO Y RENDIMIENTO DE NUTRIMENTOS DE SEIS GRAMINEAS FORRAJERAS

 

 

 

O. Cáceres y H. Santana

Estación Experimental de Pastos y Forrajes "Indio Hatuey" Perico, Matanzas, Cuba

 

 

 


RESUMEN

Se estudió el valor nutritivo y los rendimientos de nutrimentos de las gramíneas forrajeras king grass (Pennisetum purpureum x Pennisetum typhoides), sorgo forrajero (Sorghum bicolor), guinea likoni (Panicum maximum), buffel biloela (Cenchrus ciliaris), estrella jamaicano (Cynodon nlemfuensis) y bermuda cruzada-1 (Cynodon dactylon) durante 2 años. El valor nutritivo se determinó con carneros en jaulas de metabolismo; se presentaron diferencias significativas en este y en los rendimientos de nutrimentos entre las especies estudiadas, particularmente las de diferentes hábitos de crecimiento. Los consumos de EM y PBD por kg de peso metabólico, expresados en kilojoules y gramos respectivamente, realizados por los carneros fueron los siguientes: 503,7 y 1,905 en king qrass; 522,8 y 3,458 en sorgo; 537,4 y 3,190 en guinea likoni; 414,0 y 2,015 en buffel biloela; 544,3 y 2,564 en estrella jamaicano; 528,2 y 3,004 en bermuda cruzada-1. Tomando en cuenta los consumos y rendimientos de proteína bruta digestible y energía metabolizable, que son los indicadores fundamentales, el orden que tomaron las especies estudiadas fue el siguiente: bemuda cruzada-1, guinea likoni, king grass, sorgo forrajero, buffel biloela y estrella jamaicano.

Palabras clave: Valor nutritivo, gramíneas forrajeras.


ABSTRACT

The nutritive value and nutrient yields of king grass (Pennisetum purpureum x P. typhoides), sorghum (Sorghum bicolor), guinea grass cv. Likoni (Panicum maximum), buffel grass cv. Biloela (Cenchrus ciliaris), star grass cv. Jamaicano (Cynodon nlemfuemsis) and bermuda grass cv. Coastcross-1 (Cynodon dactylon) were studied during two years. Sheep in metabolism cages were used for nutritive value determination where significative differences were found. These differences were also found in nutrient yields among the studied species specially those with different growth habits. Sheep ME and DCP intake/kg of metabolic weight were expressed in kilojoules and grams respectively, as follow: 503,7 and 1,905 in king grass; 522,8 and 3,458 in sorghum; 537,4 and 3,190 in guinea grass cv. Likoni; 414,0 and 2,015 in buffel grass cv. Biloela; 544,3 and 2,564 in star grass cv. Jamaicano and 528,2 and 3,004 in bermuda grass cv. Coastcross.1. Taking into account the intakes and yields of DCP and ME which are the main indicators, the best species overall were grouped in the following order: bermuda coastcross-1, guinea grass cv. Likoni, king grass, sorghum bicolor, buffel grass cv. Biloela and star grass cv. Jamaicano.

Key words: Nutritive value, forage pastures.


 

 

INTRODUCCIÓN

En trabajos realizados en forrajes templados (Jarrige y Minson, 1964) y tropicales (Arroyo-Aguilú y Rivera-Bre-nes, 1961; Borget, 1966; Xandé, 1978) se ha encontrado que las diferencias del valor nutritivo entre especies forrajeras tienen una gran importancia en la selección de nuevas plantas.

Teniendo en cuenta lo antes expresado, consideramos que fue necesario comprobar si en nuestras condiciones se presentaban estas diferencias, además de determinar si también las había en el rendimiento de nutrimentos entre las especies.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

Para estudiar la influencia de las especies forrajeras sobre el valor nutritivo y el rendimiento de nutrimentos, fueron seleccionadas 6 gramíneas con características o hábitos de crecimiento marcadamente diferentes. Ellas fueron las siguientes: king grass (Pennisetum purpureum x Pennisetum tvphoides) y sorgo forrajero (Sorghum bicolor), ambas altas y erectas; guinea likoni (Panicum maximum) y buffel biloela (Cenchrus ciliaris) de altura media, erectas y que forman macollas; estrella jamaicano (Cynodon nlemfuensis) y bermuda cruzada-1 (Cynodon dactylon), del tipo rastreras.

Se realizaron 14 períodos experimentales en un diseño completamente aleatorizado con carneros en jaulas de metabolismo en cada una de las especies durante 2 años de evaluación, utilizando la metodología experimental descrita en trabajos anteriores (García-Trujillo y Cáceres, 1982; Cáceres y García-Trujillo, 1982). El alimento se suministró dos veces al día, con 7-10 días de adaptación y 5 de mediciones en cada período.

La fertilización nitrogenada se realizó después de cada corte y se distribuyó de forma tal (60 kg/ha/corte) que al final de cada año de evaluación se hubieran aplicado 400 kg de N/ha/año; mientras que el fósforo (P2O5) el potasio (K2O) se aplicó en dos ocasiones al año (lluvia y seca) hasta completar 200 y 400 kg/ha/año respectivamente. Se utilizó riego en la época menos lluviosa a razón de 250 m3/ha cada 15-20 días.

Frecuencia de cosecha. La frecuencia de corte fue de 8 semanas en la época de lluvia y de 10 en la menos lluviosa para el king grass y el sorgo forrajero; mientras que en guinea likoni, buffel biloela, estrella jamaicano y bermuda cruzada-1 se utilizaron frecuencias de 6 y 8 semanas para lluvia y seca respectivamente.

 

RESULTADOS

En la tabla 1, donde se muestran los resultados del análisis bromatológico, se puede observar que en los contenidos de MS, MO y PB se presentaron diferencias altamente significativas (P<0,001) entre las especies forrajeras, no así en el contenido de FB.

Como se puede apreciar, los valores más altos de materia seca correspondieron a las especies rastreras (estrella y bermuda), a continuación se situaron las de porte medio (buffel y guinea) y por último las de porte alto (sorgo y king grass); no hubo diferencias entre las especies de hábitos de crecimiento similares. Algo parecido ocurrió en el contenido de materia orgánica, pues las rastreras mostraron los valores más altos sin diferencias entre ellas, seguidas por el sorgo y el king grass que tampoco difirieron entre sí; mientras que los valores más bajos correspondieron a la guinea likoni, seguida del buffel, con diferencias significativas entre ambos.

En cuanto al contenido de PB, no se notó un orden por hábito de crecimiento, pues el mayor valor lo alcanzó el sorgo, seguido de la bermuda, la guinea y el estrella; mientras que los más bajos correspondieron al buffel y king grass.

Como se puede apreciar en la tabla 2, la digestibilidad de la materia orgánica, la fibra bruta y la energía bruta presentaron diferencias altamente significativas (P<0,001) entre especies; mientras que en la digestibilidad de la proteína bruta, la diferencia tuvo una menor significación (P<0,05).

Los valores más altos de la DMO correspondieron al king grass y sorgo, sin diferencias entre sí; en orden le siguió el buffel y la guinea likoni, con valores intermedios, y la bermuda y el estrella con los más bajos valores. Este orden coincidió con el obtenido en la digestibilidad de la energía bruta, la cual mostró, igualmente, diferencias significativas entre las especies.

El sorgo alcanzó el valor más alto de digestibilidad de la proteína bruta, seguido en orden decreciente, pero sin diferencia significativa, por la guinea likoni, la bermuda cruzada y el buffel. Los valores inferiores correspondieron al king grass y estrella jamaicano.

La digestibilidad más elevada de la fibra bruta se alcanzó en sorgo y king grass, sin diferencia entre ellas, y a continuación en orden descendente se situó el buffel, que no tuvo diferencia con el king grass ni con la bermuda, guinea y estrella que presentaron las menores digestibilidades de la fibra bruta.

En la tabla 3 se pueden observar los las especies; las más altas producciones contenidos y consumos de energía metabolizable (EM) y proteína bruta digestible (PBD); existieron diferencias significativas entre las especies en todos los indicadores estudiados y fueron mayores las diferencias entre los contenidos de estos nutrimentos que entre los consumos.

En los rendimientos de MS, EM y PBD, según se puede apreciar en la tabla 4, ocurrieron diferencias apreciables entre las especies, las más altas producciones de MS y EM correspondieron a king grass y guinea likoni, los valores intermedios para el sorgo, el buffel y la bermuda y los más bajos para el estrella jamaica; mientras que los rendimientos de PBD más altos se alcanzaron en el sorgo y la guinea, sucedidas en orden por los pastos bermuda y king grass, y los más bajos en buffel biloela y estrella jamaicano.

 

DISCUSIÓN

La existencia de diferencias en el contenido de fibra bruta entre especies forrajeras ha sido confirmada por algunos investigadores (Chenost, 1973; Arroyo, Tessema, McDowell, Van Soest, Ramírez y Randel, 1975; Olubajo y Oyenuga, 1975; Crespo, Ramos, Suárez, Herrera y González, 1981); sin embargo, en nuestro trabajo no hemos encontrado diferencia, debido posiblemente a que utilizamos edades óptimas de cosecha en cada especie para su comparación y al gran número de mediciones realiza-das. Nuestros resultados coinciden con los obtenidos en estas especies en Cuba, cuando promediamos los de un número elevado de mediciones (Machado, Gómez y Quesada, 1978; Gerardo y Oliva, 1979a; 1979b; 1982; Gerardo y Ortíz, 1981; Oquendo, Gerardo y Mantecón, 1983).

Arroyo-Aguilú y Rivera-Brenes (1961) han encontrado diferencias en la diges-tibilidad de la energía y el contenido de proteína bruta digestible y energía tanto en gramíneas de diferentes hábitos de crecimiento como en las de iguales hábitos. Ello ha sido confirmado en el presente trabajo en las plantas de diferentes hábitos de crecimiento; mientras que en las plantas similares, solamente se presentaron diferencias en el contenido de proteína bruta digestible.

Borget (1966) ha expresado que las diferencias en el contenido de proteína bruta en especies tropicales ocasionan diferencias en el contenido y producción de proteína bruta digestible; sin embargo, no siempre se cumple esto, pues los indicadores mencionados no solamente dependen del contenido de proteína bruta, sino también de la digestibilidad de este nutrimento y del rendimiento de forraje en cada especie en particular, tal como ha ocurrido en nuestro caso en bermuda cruzada-1, estrella jamaicano y guinea likoni, las cuales presentaron iguales contenidos de proteína bruta en tanto que sus contenidos y producciones de proteína bruta digestible fueron totalmente diferentes.

Aunque ha sido señalado por algunos autores la no existencia de relación entre el contenido de agua de los forrajes y el consumo de materia seca (Holmes y Lang, 1963; Phillips y Lanking, 1964), consideramos que los bajos consumos de materia seca en king grass y sorgo forrajero deben estar relacionados con sus altos contenidos de agua, como ha sido señalado en pastos tropicales por Butterworth (1961) y Halley y Dougall (1962).

No parecen existir otros factores que puedan limitar el consumo de materia seca, ya que en ambas especies se alcanzan los contenidos de nutrimentos y digestibilidad, que pueden permitir, según han expresado Blaxter y Wilson (1963), Milford y Minson (1966), Minson y Milford (1967) y Hibbs y Conrad (1978), el normal proceso digestivo en los animales y que no se afecte fisiológicamente el consumo, por lo que puede atribuirse a un fenómeno físico la reducción del consumo en estas especies forrajeras.

Johnson, Hardison y Castillo (1967) han expresado que la ingestión de proteína bruta digestible y de energía está estrechamente relacionada con el contenido de estos nutrimentos en la planta, lo cual puede ser quizás aplicado a especies forrajeras muy similares y no ser generalizado para todas las especies, pues en nuestros resultados hemos encontrado que en especies con iguales contenidos de estos nutrimentos, el consumo de los mismos es totalmente diferente, pues existe el efecto de las diferencias de consumo de materia seca entre las especies, que generalmente tiene mayor importancia que el contenido de estos nutrimentos como han señalado varios investigadores (Paladines y De Alba, 1963; Vicente-Chandler, 1965; Milford y Minson, 1965; 1966).

La composición bromatológica, la digestibilidad de los nutrimentos, los contenidos de sustancias digestibles, los consumos de materia seca y materia seca digestible, así como los rendimientos de materia seca y proteína bruta, son los indicadores más utilizados para comparar el valor nutritivo y la calidad de los forrajes, en los cuales, efectivamente, hemos hallado diferencias entre las especies; sin embargo, cuando comparamos los resultados de estos indicadores y los obtenidos en los consumos y rendimientos de proteína bruta digestible y energía metabolizable, que son en definitiva los utilizados por los animales para su mantenimiento y producción, hemos encontrado que las especies estudiadas no toman el mismo orden, por lo que consideramos que estos últimos indicadores expresan más adecuadamente el valor nutritivo y la calidad de los forrajes y deben ser utilizados en la comparación de especies y otros tratamientos para llegar a una mejor conclusión, tal como ha sido señalado por algunos investigadores (Johnson y col., 1967; García-Trujillo, 1977; Hibbs y Conrad, 1978; Lippke, 1980; Abate, Kayongo y Karne, 1981).

Como conclusión, podemos decir que, realmente existen diferencias entre especies en el valor nutritivo y la calidad, pues al comparar las especies estudiadas sobre la base de los consumos y rendimientos de proteína digestible y energía metabolizable, el orden fue el siguiente: bermuda cruzada-1, guinea likoni, king grass, sorghum bicolor, buffel biloela y estrella jamaicano.

 

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