ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN

 

 

 

Algunas características fermentativas y valor nutritivo de los ensilajes fabricados en la región occidental de Cuba

 

 

 

M. Esperance

Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey, Perico, Matanzas, Cuba

 

 

 


RESUMEN

Se realizó un estudio sobre la elaboración de ensilajes en condiciones de producción con el objetivo de determinar su calidad y valor nutritivo, conservándose las especies pangola común (D. decumbens), guinea común (P. maximum), bermuda cruzada (C. dactylon) y mezclas de estas gramíneas. La edad de corte osciló de 40 a 90 días, el nivel de fertilización de 50 a 75 kg de N/ha/corte, el largo del material de 6 a 12 cm, el tonelaje de los silos de 400 a 2 300 t. Se añadió miel a razón de 40 kg/t de forraje. La edad del forraje (x) estuvo negativamente relacionada (r = -0,79***) con el contenido ce PB (y); se observó que el pH de los ensilajes se incrementó significativamente (P<0,001) con el aumento del ácido butírico y se redujo al incrementarse el ácido láctico, y se encontró relación positiva (r = 0,9***) entre el consumo de MS y el contenido de PB. Debido al proceso de conservación, la digestibilidad de la materia orgánica disminuyó en 7,2 unidades porcentuales mientras que el consumo de MS se redujo en un 24,8%. Se concluye que la calidad y el valor nutritivo de los ensilajes estuvo determinada por las características del forraje y por los métodos utilizados para ensilar.

Palabras clave: Ensilaje, calidad, valor nutritivo.


ABSTRACT

A study about silage preparation under production conditions was conducted to determine its quality and nutritive value. Pangola grass (D. decumbens), guinea grass (P. maximum), bermuda grass (C. dactylon) and mixtures from those grasses were conserved. Age of cutting oscillated among 40 and 90 days, the fertilization level among 50 and 75 kg of N/ha/cut, the length of the material from 6 to 12 cm, silage tonnage from 400 to 2 300. Molasse was added at about 40 kg/t of fodder. The forage age (x) was negatively related (r = -0,79***) with CP content (y) silage pH increased significatively (P<0,001)with the butyric acid increment; a positive relation (r = 0,9***) among DM intake and CP content was found. Organic matter digestibility decreased in 7,2 percentage unities while DM intake was reduced in 24,8% due to the conserving process. It is concluded that quality and nutritive value of silages was determined by forage characteristics and by the methods used to ensilage.

Key words: Silage, quality, nutritive value.


 

 

INTRODUCCIÓN

En Cuba se confeccionan actualmente más de 3 millones de toneladas de ensilaje; no obstante, debido a la forma en que se practica la conservación, la calidad y el valor nutritivo de este alimento es reducida. Ocurren, además, cuantiosas pérdidas de material y de nutrimentos (Esperance y Ojeda, 1979; Esperance, Echevarría y Ojeda, 1979).

Este trabajo tiene como objetivo conocer en las condiciones de nuestra ganadería, las dificultades principales que presentan los ensilajes a través de una caracterización de las
tecnologías de fabricación, la composición bromatológica, los parámetros fermentativos y el valor nutritivo.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

Características de la conservación. Se determinó la calidad de 200 ensilajes realizados por productores. Los mayores porcentajes correspondieron a las especies: pangola común (D. decumbens), guinea común (P. maximum), bermuda cruzada (C. dactylon) y a mezclas de estas gramíneas; la edad de corte osciló de 40 a 90 días, el nivel de fertilización con N de 50 a 75 kg/ha/corte, el largo del material de 6 a 12 cm y el tonelaje de los silos de 400 a 2 300 t. El tipo de silo más utilizado fue el superficial sin paredes y piso de tierra. Los silos fueron cubiertos y se utilizó miel como aditivo a razón de 40 kg/t de forraje. El tiempo de apisonamiento fue de 4 a 12 min/t y la fabricación duró desde 4 hasta 20 días.

Trabajo a escala experimental. En condiciones experimentales se confeccionaron silos de 30 t de las especies pangola común y bermuda cruzada ensilada a edades comprendidas entre 6 y 10 semanas; se utilizó una tecnología similar a la de los productores en cuanto a largo del material, apisonamiento y adición de miel, con el objetivo de realizar pruebas de consumo y digestibilidad para determinar el valor nutritivo de los ensilajes y los cambios que experimentó el forraje durante la conservación.

Procedimiento experimental. Se tomaron muestras en diferentes partes y profundidades de los silos comerciales y se agruparon en una sola para determinar: materia seca (MS), proteína bruta (PB) y fibra bruta (FB) según los métodos de la AOAC (1960); mientras que el contenido de los ácidos butírico y láctico se determinó según la técnica de Baule y Wiessbach (1963).

Para medir el consumo y la digestibilidad se emplearon 18 carneros criollos con edad y peso vivo similares y se distribuyeron en diseño totalmente aleatorizado con períodos experimentales de 21 días, de los cuales los 7 últimos fueron dedicados a la toma de datos.

La MS fue determinada en 100 g del material ensilado secado en una estufa a 70°C durante 48 horas hasta peso constante.

La energía metabolizable (EM) se calculó a partir del contenido de nutrimentos digestibles y de sus valores calóricos.

Las diferencias entre las medias se hizo por la décima de comparación múltiple de Duncan (1955).

 

RESULTADOS

Como se muestra en la figura 1, el 55% de los ensilajes fueron elaborados con forrajes de más de 9 semanas de edad; el contenido de MS fue superior al 30 en el 58% de las muestras analizadas. Por otra parte, en más del 55% de los casos, el contenido de proteína resultó inferior al 7%, mientras que en el 70% de las muestras el contenido de fibra bruta superó al 33%.

La edad a que se ensiló el forraje influyó significativamente en la composición bromatológica del ensilaje. Se ajustaron ecuaciones de regresión lineal positiva entre este indicador y el contenido de MS y PB, y negativa entre la edad y el contenido de PB (tabla 1).

Al analizar los parámetros fermentativos se observó que el pH de los ensilajes se incrementó (P<0,001) con el aumento del ácido butírico y se redujo significativamente (P < 0,01) con el aumento del ácido láctico. Los datos se ajustaron a una ecuación de regresión lineal (tabla 2).

El contenido de ácido butírico (% de la MS) y de amoníaco como por ciento del nitrógeno total varió de 0,1 a 2% y de 10 a 30% respectivamente; se observó en un elevado por ciento de ensilajes, valores superiores a los que han sido señalados para que el ensilaje se considere de óptima calidad.

El contenido de PB influyó significativamente en el contenido de proteína digerible (PBD), ajustándose los datos a una ecuación de regresión (fig. 2). Una relación similar se encontró entre el contenido de PB y la EM (fig. 3).

Se observó relación positiva del consumo de MS y el contenido de PB (fig. 4) y con la digestibilidad de la materia orgánica (fig. 5).

Al analizar los cambios experimentados por el forraje durante el proceso de conservación (tabla 3), se encontró que la PBD y la EM se redujeron significativamente en un 36 y 12,3% respectivamente; similarmente ocurrió con el valor nutritivo registrándose disminución de la digestibilidad en 7,2 unidades porcentuales y en el consumo en un 24,8 %.

 

DISCUSIÓN

Un alto número de los ensilajes estudiados presentó bajo contenido de proteína y elevados tenores en fibra debido al avanzado estado de madurez del forraje utilizado.

En este sentido, Dirven (1973) y Deinum y Dirven (1973) han señalado que la obtención de un producto de elevado valor nutritivo, en el que ocurren las menores pérdidas, se logra cuando se ensilan forrajes a un estado óptimo de madurez y se cumplen los requisitos técnicos de la fabricación.

Este trabajo ha puesto de manifiesto el efecto beneficioso que produce conservar forrajes no maduros en los indicadores de la calidad estudiado. Así, los mejores resultados (mayor contenido de PBD, EM y mayor consumo) se obtuvieron cuando la edad a que se cortó el forraje para ensilar osciló entre 40 y 56 días.

En nuestros resultados la disminución de la calidad del ensilaje debido al incremento de la edad fue más marcada que la sugerida por autores de áreas templadas, ya que se obtuvo un decrecimiento promedio de 0,4 unidades porcentuales de PB por cada semana de edad del pasto.

Por otro lado, los elevados por cientos de MS alcanzados en una gran cantidad de los ensilajes fueron adecuados para que ocurrieran fermentaciones caracterizadas por bajos contenidos de butírico y amoniaco y que se lograra estabilidad en la masa ensilada (Roukis y Ríos, 1977; Domínguez, 1980); sin embargo, los rangos en que variaron los parámetros fermentativos de los ensilajes no muestran ese efecto.

Parece probable que esta situación haya sido el producto de las condiciones de fabricación, ya que los forrajes no fueron troceados; el apisonamiento fue deficiente, la duración de la fabricación prolongada y no se practicó en ninguno de los casos el sellado eficiente de los silos.

La calidad de los ensilajes pudo estar relacionada con el tamaño del forraje, pues al no efectuarse el troceado se dificultó la eliminación rápida del oxígeno de la masa ensilada y limitó la liberación de los jugos celulares que posibilitan un desarrollo rápido de las bacterias lácticas, la acidificación del medio y, como consecuencia, se desarrollan las bacterias butíricas (Dulphy y Demarquilly, 1972; Demarquilly, 1973; Hardy, Gutierrez y Domínguez, 1979).

Además, es incuestionable que el apisonamiento deficiente practicado en el proceso de fabricación haya ejercido influencia sobre la fermentación de los ensilajes, porque al no quedar eliminado o reducido el oxígeno prevalecieron condiciones para el desarrollo de la flora clostrídica según Esperance et al. (1979), quienes al estudiar el efecto de diferentes tiempos de apisonamiento encontraron incrementos en el pH, el ácido butírico y el amoniaco de los ensilajes.

Los cambios que experimentó el forraje durante el proceso fueron significativos; se destacó la reducción experimentada en los contenidos de proteína y energía que alcanzaron valores de 36,0
y 12,3% y superaron considerablemente los informados por Demarquilly y Weis (1970) que fueron de 13 y 3,4% respectivamente.

Por otra parte, la diferencia entre la digestibilidad de la materia orgánica del forraje y del ensilaje fue significativa (7,2 unidades porcentuales), y contrastó con las encontradas por Demarquilly (1973); Demarquilly y Weis (1970) que informaron valores de 3,5 y 4% respectivamente; nuestros resultados pueden deberse, principalmente, a que el llenado no fue rápido y el apisonamiento no resultó adecuado, lo que pudo haber provocado una fermentación y que escaparan con los efluentes parte de los constituyentes digestibles del material.

El valor promedio de la energía metabolizable del forraje en este trabajo estuvo en el rango que se informa en las tablas de alimentos latinoamericanas (LATFC, 1974), donde la recopilación de datos de las especies bermuda de costa, pangola y guinea indica que el 84% de los mismos varía de 7,5 a 9,6 MJ/kg de MS. En Trinidad, Butterworth (1964) también determinó valores que difieren entre 7,5 y 11,1 MJ/kg MS; mientras que Stobbs y Thompson (1975), en un resumen que hacen de los datos de digestibilidad de los pastos, señalan que los mismos en estado joven pueden alcanzar un valor de EM de 10,0 MJ/kg de MS.

Estos resultados demuestran que cuando se fabrican ensilajes con forrajes ya maduros y la tecnología empleada no es adecuada, las pérdidas de nutrimentos y los procesos fermentativos indeseables que ocurren en la masa ensilada reducen la calidad y el valor nutritivo de este alimento.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. AOAC. Official methods of analysis (9th ed.) Association of Official Agricultural Chemist. Washington D.C.. 1960

2. BAULE, A. & WIESSBACH, F. Zeitseiff. Landre versuchs und Untersschungwesen 9. Bund Helft 6 . 1963

3. BUTTERWORTH, M.H. J. Agric. Sci. 64:319 . 1964

4. DEINUM, B. DIRVEN, J.G.P. Surin. Landb. 21:121 . 1973

5. DEMARQUILLY, C. Ann. Zootech. 22:1. 1973

6. DEMARQUILLY, C. & WEIS, P. Ann. Zootech. 20:2 . 1970

7. DIRVEN, J.G. Neth. J. Agric. Sci. 11:81 . 1973

8. DOMINGUEZ, G. Rev. Agrop. Popular. 1:27 . 1980

9. DULPHY, J.P. & DEMARQUILLY, C. Preliminary results. Ibid. 21:163 , 1972

10. DUNCAN, D.B. Multiple range and multiple F test. Biometrics. 11:1 . 1955

11. ESPERANCE, M.; ECHEVARRIA, N. & OJEDA, F. II Reunión ACPA. Resúmenes. La Habana, Cuba. Pág. 201 . 1979

12. ESPERANCE, M. & OJEDA, F. Metodología para la fabricación de ensilajes. Propuesta de extensión de la EEPF «Indio Hatuey». Matanzas, Cuba . 1979

13. HARDY, CLARA; GUTIERREZ, A. & DOMINGUEZ, G. Conservación de pastos y forrajes. En: Los Pastos en Cuba. Tomo 1. Producción. Pág. 419 . 1979

14. LATFC. Latin American Tables of Feed Composition. Ed. Univ. of Gainesville. Florida. Pág. 509 . 1974

15. ROUKIS, T. & RIOS, C. Métodos de investigación para determinar la calidad de los ensilajes. Est. Exp. Barajagua. p. 7 . 1977

16. STOBBS, T.H. & THOMPSON, P.A. World Animal Review. No. 13 . 1975