ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN

 

 

 

Estudio de densidades de sorgum forrajero intercalado en siembras de bermuda coastcross-1

 

 

 

H.L. Martínez

Estación Experimental de Pastos y Forrajes «Indio Hatuey Perico, Matanzas, Cuba

 

 

 


RESUMEN

Cuatro densidades de sorghum común (5,1; 10,2; 1,3 y 20,4 kg/ha) y un testigo fueron evaluados en intercalamiento en la siembra de bermuda coastcross-1 (Cynodon dactylon (L.) en primavera, empleando un diseño de bloques al azar con cuatro réplicas y parcelas de 20 x 10 m. Los cortes se realizaron a los 66 y 90 días de crecimiento. El nitrógeno (150 kg/ha) se fraccionó por cortes y al inicio (50 kg/ha). En los de bermuda, sorghum, malas hierbas y área no cubierta se encontraron diferencias significativas (P<0,001, P<0,001, P<0,05 y P<0,001, respectivamente). La altura en el sorghum y en la bermuda fue uniforme en el 2do. corte y en el primer corte difirió (P<0,05) en la bermuda. Aunque el mayor rendimiento se obtuvo con la densidad de 20,4 kg/ha, se sugiere no usar densidades mayores de 10,2 kg/ha teniendo en cuenta el establecimiento de la bermuda.

Palabras clave: IntercaIamiento, sorghum, bermuda


 

 

INTRODUCCIÓN

Las mezclas de gramíneas en pastoreo o corte es un aspecto poco estudiado en Cuba y sin embargo, el incremento de las siembras intercaladas de millo en nuestro país requieren de varios estudios.

Algunas propiedades sobre la competencia entre gramíneas forrajeras han sido estudiadas por Rhodes (1970) quien planteó la necesidad de futuros estudios sobre la naturaleza y los efectos de la competencia, con el fin de especificar las condiciones necesarias para la utilización eficiente del medio ambiente. Por otra parte, Haggar (1969) al realizar estudios de cultivos asociados planteó que los mismos redujeron significativamente la invasión de malas hierbas y que la cosecha temprana mejoró el establecimiento de la gramínea asociada. Además, Keya y Kalangi (1973); Poun, Santana y Ruiz (1980) al realizar diversos estudios de cultivos asociados destacan el beneficio de los mismos si se hacen adecuadamente.

El presente experimento se llevó a cabo para determinar el efecto de distintas densidades de millo al momento de la siembra sobre la bermuda cruzada.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

El área experimental fue un pastizal de bermuda sembrado a vuelta de arado en agosto de 1981 con una distancia de 60 cm entre hileras.

El suelo fue preparado convencionalmente y posterior a la siembra de bermuda se le añadió millo a voleo con un 95% de geminación y se le pasó al área una grada semicerrada de 1 000 kg. El suelo utilizado fue un ferralítico típico (Anon, 1979).

nDiseño experimental y procedimiento. Los tratamientos fueron las densidades de millo de 5,1; 10,2; 15,3 y 20,4 kg/ha y un testigo (sin mezclar) en un diseño de bloques al azar con cuatro réplicas. Las parcelas experimentales midieron 20 x 10 m (200 m2). La aplicación de fertilizan te nitrogenado para todas las parcelas fue de 130 kg/ha, aplicando 50 kg/ha después de la siembra y los cortes.

El área fue irrigada en tres ocasiones (50 mm) en el período experimental. El millo se aplicó 24 horas después de la siembra de la bermuda.

Medidas. Estas incluyeron la altura vegetativa de la bermuda y el millo, % de bermuda, % de millo, malas hierbas y despoblación antes del corte y después del último. Las medidas de altura fueron el azar en 5 plantas; el % de bermuda, millo, malas hierbas y área no cubierta se midieron por ranqueo y fueron transformados según sen-1n.

La lluvia caída durante el período experimental se refleja en la fig. 1.

Se utilizó la prueba de rango múltiple de Duncan (1955) para hacer las comparaciones entre las medias.

 

RESULTADOS

Porcentaje de bermuda. El área donde no se añadió millo (control) difirió de forma altamente significativa (P<0,001) en el % de bermuda en el 1er. y 2do. corte del resto de los tratamientos (figs. 2 y 3). Después del 2do. corte (fig. 4) las dosis bajas, a su vez difirieron significativamente (P<0,001) de las altas, viéndose al final del trabajo que los tratamientos con dosis mis altas fueron los mis afectados.

Porcentaje de millo. Entre las densidades utilizadas para intercalar con la bermuda en el 1er. corte (fig. 2) 5,1 kg/ha mostró diferencias (P< 0,01) con el resto de las dosis utilizadas en el % de millo existente. Después del 2do. corte (fig. 4) 5,1 y 10,2 kg/ha difirieron (P<0,001) de los restantes, que presentaron las mayores cantidades de millo.

Porcentaje de malas hierbas. Las malas hierbas en el 1er. corte (fig. 2) presentaron diferencias (P<0,01) del control con la densidad 5,1 kg/ha y de ésta con 20,4 kg/ha, sin diferir de las restantes. Después del 2do. corte (fig. 4) el testigo continuó como el tratamiento de mayor cantidad de malas hierbas, difiriendo (P<0,05) de 10,2 y 20,4 kg/ha, no observándose diferencias con los demás.

Porcentaje de área no cubierta. En el 1er. corte (fig. 2) el control junto con la densidad más baja fueron los tratamientos que menor área no cubierta alcanzaron, difiriendo significativamente (P<0,05).

En el 2do. corte (fig. 3) los tratamientos se mantuvieron uniformes, pero después del 2do. corte (fig. 4) las diferencias de significación fueron de P<0,001, correspondiéndole al testigo los menores valores, seguido por la densidad más baja, que difirió de las demás densidades estudiadas.

Altura de la bermuda. El comportamiento de la altura vegetativa (tabla 1) difirió de la 1ra. observación a la 2da; mientras que en la 1ra, el control difirió (P<0,05) de la densidad de 5,1 y 20,4 kg/ha, en la 2da. no se encontraron diferencias significativas en los tratamientos estudiados. Los tratamientos con millo presentaron tendencias a ser los de mayores alturas.

Altura del millo. En el millo la altura se comportó muy uniforme (tabla 1) en las diversas dosis utilizadas, siendo las densidades más altas, en ambos cortes, las que mayores alturas presentaron, sin diferencias significativas entre ellas.

Rendimiento de MS. La tabla 2 indica el rendimiento alcanzado por los tratamientos con millo y el control.

En el 1er. corte 20,4 kg/ha fue el tratamiento que más produjo y difirió (P<0,001) de 10,2 y 15,3 kg/ha, los que a su vez difirieron de 5,1 y este del control, que produjo la menor cantidad de MS.

 

DISCUSIÓN

En general, el intercalamiento del millo afectó el desarrollo de la bermuda, sobre todo cuando se emplearon las mayores densidades, las cuales provocaron las afectaciones más severas. Contrariamente a estos resultados, Ugarte (1975) trabajando en guinea reportó que el millo no afectó el comportamiento del pasto permanente y Haggar (1969) al asociar Andropogon gayanus con maíz, soya y otros en cosechas mejoras en el establecimiento del pasto.

Sin embargo, Torsell, Ive y Cunningham (1976) encontraron que en los cultivos mixtos todas las especies se excluyen mutuamente; estas discrepancias respecto al uso de cultivos asociados nos evidencian que en el intercalamiento el tipo de planta a asociar, la densidad y el método empleado tienen gran peso en el éxito de la asociación.

El mantener los tratamientos con millo los % menores de malas hierbas pudo estar influido por los efectos de la competencia, ya que el sorghum es una planta muy precoz y contribuyó a inhibir el desarrollo de las malas hierbas. Haggar (1969) redujo significativamente la invasión de malezas por efecto de los cultivos asociados.

Anon (1978) planteó que los problemas más severos con las malezas se presentan cuando la semilla y los fertilizantes se aplican a voleo, aspecto contradictorio con nuestros resultados al aplicar este método de siembra.

La superioridad de la bermuda en el control demuestra la necesidad de manejar con mucho cuidado el intercalamiento del millo, teniendo presente que su beneficio es temporal y que se hace necesario no dañar grandemente el cultivo base, que es el que interesa mantener de forma permanente.

El hecho de que ya en el 2do. corte la altura de la bermuda no mostró diferencias significativas ante las distintas densidades de millo, se presenta como un signo positivo a favor de la posibilidad de mezclar estos dos cultivares.

El incremento encontrado en el rendimiento de MS al intercalar millo en nuestro trabajo coincide con lo planteado por Rhodes (1970) quien destacó el beneficio de las combinaciones de gramíneas con relación al monocultivo.

También se han logrado buenos resultados trabajando con mezclas de leguminosas (Spain, 1975; Anon, 1979; Pound et al., 1980 y De la Rosa, Santiago y Posas 1980). No obstante, Torsell, Ive y Cunningham (1976) trabajando con leguminosas plantearon los mejores rendimientos con el cultivo puro.

El incremento de los rendimientos a medida que se aumentó la densidad de siembra corrobora los resultados de Middleton (1973) y Vilela, Matos y Pedreira (1978).

Resulta notable el incremento logrado en la producción con densidades bajas lo que se obtuvo sin perjuicios grandes del pastizal permanente, esta alternativa mejora de forma destacada la producción inicial de nuestras siembras; no obstante, su uso debe hacerse con un control riguroso para no destruir la siembra del pastizal rastrero.

Los datos sugieren la necesidad de no usar densidades mayores de 10,2 kg/ha, lo que permite obtener establecimientos aceptables y mejores producciones.

 

SUMMARY

Four densities of sorghum (5,1; 10,2 15,3 and 20,4 kg/ha) and a control were evaluated intercalated in the sown of bermuda Coastcross-1 (Cynodon dactylon (L.)) during wet season using a randomized block design with 4 replications; plots were 20 x 10 m. The grass was cut at 66 and 90 days of regrowth. Nitrogen fertilizer (150 kg/ha) was applied per cut and at the start of the experiment (50 kg/ha). There were significative differences in the percentage of bermuda, sorghum, weeds and surface no covered. The height of sorghum and bermuda grass was uniforms in the second cut and in the first cut differed (P<0,05) in bermuda grass. Although the highest yield was obtained with density of 20,4 k,g/ha, it is suggested not to use densities higher than 10,2 kg/ha considering the bermuda grass establishment.

 

AGRADECIMIENTOS

Agradecemos al técnico Románico Mendoza su ayuda en la conducción de este trabajo y a la Dirección de la Empresa Genética de Matanzas por su valiosa colaboración.

 

REFERENCIAS

1. Anon. 1978. Desarrollo de pastos CIAT. Programa de ganado de carne. B-104-108

2. Anon. 1979. Clasificación genética de los suelos de Cuba. Academia de Ciencias de Cuba. Instituto de Suelos

3. Anon. 1979. Carta ganadera. 16 (10): 9-14 Colombia

4. Duncan, D.B. 1955. Multiple range and multiple F tests. Biometrics.11:1

5. De la Rosa, J.M. Santiago, E.M. & Posas, M. 1980. Annals of trop. Research. 2:12

6. Haggar, R.J. 1969. Experimental agriculture. 5:47

7. Keya, N.C.O. & Kalangi, D.M. 1973. Trop. Grassld. 7:319

8. Middleton, C.H. 1973. Qld. J. of agric. and Animal Sci. 30:45

9. Pound, B. Santana, A. & Ruiz, 1980. Producción animal tropical. 5:247

10. Rhodes, I. 1970. Herb. abst. 40:115

11. Spain, J.M. 1975. Symposium on Tropical Forage in Livestock Production Systems. Las Vegas, Nevada. Eds. Doll E.C. and Mott G.O.

12. Torsell, B.W.; Ive, J.R. & Cunningham, R.B. 1976. Aust. J. of Agric. Res. 27:71

13. Ugarte, J. 1975. Revista de Divulgación Agropecuaria. Año 5. Vol. 2:3

14. Vilela, E.; Matos, H.B. De & Pedreira, J.V.S. 1978. Boletin de Industria Animal. 36:327