ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN

 

 

 

Estudio de la densidad de siembra en el establecimiento de la bermuda cruzada-1

 

 

 

L.A. Corbea, V.A. Remy y H.L. Martínez

Estación Experimental de Pastos y Forrajes «Indio Hatuey» Perico, Matanzas, Cuba

 

 

 


RESUMEN

En un diseño de bloques al azar con cuatro réplicas se estudió la influencia de la densidad de siembra (1,0; 1,5; 2,0; 2,5 y 3,0 t/ha de semilla) en el establecimiento de la bermuda cruzada-1. La siembra se realizó sobre un suelo rojo en el mes de junio, con semilla agrícola de 90 días de edad. Se midió área cubierta, altura de la planta e invasión de malas hierbas cada 30 días y el rendimiento de MS, largo de los estolones y el número de hijos por estolón en el momento del corte. Las densidades no mostraron diferencias para ninguna de las mediciones realizadas, oscilando el área cubierta entre 78-82% en todos los casos. La menor densidad produjo 1,048 t/ha de MS y el resto no sobrepasó las 1,64 t, referido al pasto cultivado puro. El número de hijos fue más elevado en las menores densidades. Teniendo en cuenta los resultados del presente trabajo se recomienda la siembra con 1,5-2,0 t de semilla, pues resultaría sumamente difícil utilizar 1 t/ha en condiciones de producción a pesar de ser más económica.

Palabras clave: Cruzada-1, densidad de siembra, establecimiento.


 

 

INTRODUCCIÓN

El elevado costo de la semilla botánica y la gran necesidad de utilizar lo que constituye el material propagativo por vía vegetativa en la alimentación animal, han llevado a los investigadores a buscar la forma de utilizar las mínimas dosis posibles, siempre que ello no constituya un peligro para el buen establecimiento de los pastizales; este objetivo se ha logrado en cierta medida para las especies que se propagan por semilla botánica, dado el inmenso trabajo realizado en este sentido, pudiéndose citar entre otros los realizados por Quesada (1971) en Glycine y Chloris; Zambrana (1972) en alfalfa; Keya y Kalangi (1973) en Desmodium; Middleton (1973) en Siratro y Setaria; Vilela y Pedreira (1976) en Leucaena y Padilla, Gómez y Febles (1979) en guinea común. No puede decirse lo mismo para las plantas que se propagan por vía vegetativa, donde el número de trabajos realizados es reducido y se ha recomendado en ocasiones, por diferentes autores, dosis diferentes para los mismos cultivares. Estos resultados han creado cierta incertidumbre en los productores sobre la dosis adecuada para el logro de un buen establecimiento, los cuales tratan de resolver el problema aumentando la dosis de semilla, lo que constituye un despilfarro del material de propagación y raras veces da buenos resultados según lo refieren Whyte, Moir y Cooper (1959).

El objetivo de este trabajo fue buscar la mejor dosis con la cual se pueda conjugar el empleo de cantidades mínimas de semillas, para obtener un establecimiento satisfactorio en un corto periodo, en la bermuda cruzada-1.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

Tratamiento y diseño. Se empleó un diseño de bloques al azar con 4 réplicas para comparar 5 densidades de siembra 1,0; 1,5; 2,0; 2,5 y 3 t de semilla/ha que constituyeron los tratamientos.

Procedimiento y medidas. La siembra se realizó en el mes de junio en un suelo rojo ferralítico compactado con preparación convencional, utilizando semilla de 90 días de edad.

Se midió el por ciento de área cubierta por el pasto cultivado, invasión de malas hierbas, área no cubierta y la altura de la planta cada 20 días; el largo de estolones, número de hijos por estolón y rendimiento de MS en el corte de establecimiento. Durante todo el periodo (120 días) no se aplicaron labores de limpieza ni fertilización.

Las diferencias entre tratamientos se determinaron por el método de comparación múltiple de Duncan (1955). Las características climáticas del período experimental Se muestran en la tabla 1.

 

RESULTADOS

Area cubierta. Este parámetro resultó alto para todas las densidades que cubrieron el área entre 78-82%, la tabla 2 se muestra el paso ascendente que mantuvieron todos los tratamientos para llegar al momento del corte con un sellaje alto y uniforme. La producción de materia seca en el primer corte (establecimiento) no mostró diferencias significativas entre las densidades estudiadas, aunque como se muestra en la figura 1 la mayor densidad (3 t/ha) produjo un incremento ligeramente superior al resto.

La altura de la planta mantuvo un desarrollo uniforme durante todo el tiempo (tabla 3) que osciló en el momento del corte, entre los 77 y 81 cm sin diferencias significativas entre los tratamientos. No se encontró diferencias significativas para el largo de los estolones, que oscilaron entre 144 cm para la densidad de 1,5 t/ha y 185 para los de 1,0 y 2,5 (figura 2). La figura 3 muestra las diferencias encontradas en el número de hijos/estolón donde las densidades más bajas presentaron la mayor emisión. Todas las densidades fueron invadidas por malas hierbas (figura 4) lo que al parecer estuvo determinado por la alta infestación de millo en el área.

 

DISCUSIÓN

La alta capacidad de esta especie para cubrir el área en la fase de establecimiento, cuando se le proporcionan buenas condiciones edáfico-agronómicas ha sido reportada por Corbea y Hernández (1979) y Remy y Martínez (1978).

La altura alcanzada fue similar para todos los tratamientos sin diferencias significativas y se encuentra dentro del rango establecido para este cultivar.

El rendimiento de MS resultó inferior a los reportados por Anon (1974) y Machado y Oliva (1976) para esta especie, lo que pudo estar influido porque en nuestro caso la planta no fue fertilizada, coincidiendo con lo reportado por Ramos y Curbelo (1979) cuando las especies de este género recibieron cero nitrógeno. El largo de estolones alcanzado por las plantas en este trabajo, es el propio de la especie, habiéndose reportado por Anon (1976) crecimientos superiores a 2,3 cm/día para algunos de sus cultivares.

El mayor número de hijos por estolón para las menores densidades parece estar influido por disponer de mayor área vital, lo que dio la posibilidad de una mayor emisión, produciéndose una compensación en el número de plantas/m2, con las densidades mayores.

Este fenómeno compensatorio ha sido reportado por otros investigadores en gramíneas como el king grass, la caña de azúcar y otras.

La considerable invasión de malas hierbas esta relacionada, al parecer, con dos aspectos fundamentales; la alta infestación del área por semillas de Sorghum almum y la poca resistencia a la invasión que presenta este cultivar, lo que ha sido reportado por Machado (1981) como el cultivar que más se deja invadir, dentro de esa especie, durante el período de establecimiento.

De acuerdo a los resultados obtenidos en este trabajo, donde no se obtuvieron diferencias significativas entre las cinco densidades estudiadas, para los parámetros fundamentales que determinan el establecimiento, se concluye que la mejor densidad, económicamente, es la de 1 t/ha; sin embargo, en la práctica esta densidad resulta en extremo difícil, por lo que recomendamos 1,5 t/ha como la densidad a utilizar.

 

SUMMARY

In a randomized block design with four replications were studied fine sown densities (1,0;1,5; 2; 2,5 and 3 t/ha of vegetative seeds) for the stablishment of Coastcross Bermuda grass. The sown was made on a red soil in June when the seed was 90 days. Covered surface, plant high and weeds were measured every 30 days and DM yield, length of the branch and tillering by stolon at cutting time. There were not differences among densities for any parameters and the covered surface varied between 78 and 82 per cut in all cases. The less density produced 1,048 t/ha of DM and the rest vas not higher than 1,64 t. Rewrouth number vas longer on the less densities. According to these results it is recomended to use 1,5-2 t/ha of seeds because minor densities are not practice in commercial condition in spite of the fact that they are more expensive.

 

AGRADECIMIENTOS

Agradecemos a la Sección de Biometría la ayuda prestada en los análisis estadísticos de los datos.

 

REFERENCIAS

1. Anon.. Reseña descriptiva de la bermuda cruzada-1. Universidad de La Habana. Cuba.1974

2. Anon.. Resultados de la investigación del Instituto de Ciencia Animal, para la producción pecuaria.1976

3. Corbea, L.A. & Hernández, R.. Pastos y Forrajes. Revista de la EEPF «Indio Hatuey». Matanzas, Cuba. 1:101.1979

4. Duncan, D.B.. Biometrics. 11:1.1955

5. Keya, N.C.O. & Kalangi, D.M.. Tropical grasslands. 7:319.1973

6. Machado, R. & Oliva, O.. Serie Técnico Científica A-13. EEPF «Indio Hatuey». Matanzas, Cuba.1976

7. Machado, R.. Resúmenes III Reunión ACPA. La Habana, Cuba.1981

8. Middleton, C.H.. Queensland J. of Agriculture and Animal Sci. 36:45. 1973

9. Padilla, C.; Gómez, J. & Febles, G.. Resúmenes II Reunión ACPA. La Habana, Cuba.1979

10. Quesada, R.R.. Memoria EEPF «Indio Hatuey». Matanzas, Cuba.1971

11. Ramos, N. & Curbelo, F.. II Reunión ACPA. La Habana, Cuba.1979

12. Remy, V.A. & Martínez, J.. Pastos y Forrajes. Revista de la EEPF «Indio Hatuey». Matanzas, Cuba. 1:407.1978

13. Zambrana, Teresita.. Rev. cubana Cienc. agric. 6:153 Vuela, E. & Pedreira, J. V. S. 1972

14. . Boletín de industria animal. 33:251.1976

15. Whyte, R.O.; Moir, T.R.G. & Cooper, J.P.. Las gramíneas en la Agricultura. FAO.Roma, Italia.1959