ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN

 

 

 

Niveles de carga, fertilización y suplementario con torula o torula-miel-urea en sequía a toros en pastoreo de pangola

 

 

 

L.R. Valdés y J. Batista

Estación Experimental de Pastos y Forrajes «Indio Hatuey» Perico, Matanzas, Cuba

 

 

 


RESUMEN

Un total de 60 terneros (3/4 Holstein x Cebú) de 8-10 meses de edad fueron aleatorizados en 10 grupos iguales para estudiar el efecto de la suplementación en sequía a toros que pastaban pangola común con diferentes cargas y niveles de fertilización. Los tratamientos fueron: 4 animales/ha con fertilización de 0 y 80 kg N/ha; 6 animales/ha con 80 y 160 kg de N/ha, 8 animales/ha con 160 kg de N/ha. Cada combinación de carga x N fue suplementada a dos niveles; alto (A) y bajo (B). El nivel (A) consistió en suministrar miel-3% urea a voluntad en la primera estación de sequía y miel-urea a voluntad con 30 g/animal de levadura torula en la segunda sequía y el nivel (B) los animales solamente recibieron 350 g/día de torula en la segunda sequía. En cada sistema carga/fertilización los animales del nivel (A) ganaron significativamente más (P<0,05) que los del nivel de suplementación (8), excepto con 8 animales/ha. Las ganancias diarias en todo el período experimental fueron de 420 y 333 g/animal para los niveles (A) y (B) respectivamente en el sistema 4 animales/ha sin fertilización; 427 y 346 g/animal para (A) y (B) en el sistema 4/80 kg N; 391 y 294 en el sistema 6/80 N; 420 y 385 g en 6/160 N; 297 y 276 g en el sistema 8/160 N. Se pueden lograr mayores producciones por animal y por ha con cargas de 6 animales/ha y alta suplementación.

Palabras clave: Ceba en pastoreo, carga, fertilización, pangola, miel-urea, levadura torula.


 

 

INTRODUCCIÓN

En un trabajo anterior, Valdés y Batista (1979) no encontraron respuesta a la suplementación con miel-urea suministrada a voluntad a animales que pastaban en pangola con iguales combinaciones de carga y fertilización que las empleadas en el presente experimento. En esta ocasión se incluyó un suplemento proteico la levadura torula, con amplias perspectivas de uso para la ganadería debido al incremento de su producción nacional en los últimos años, con el objetivo de evaluar su efecto cuando es suministrada sola o en adición a la miel-urea.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

Tratamientos y diseño. Se utilizó un diseño totalmente aleatorizado con 10 tratamientos que consistieron en cinco sistemas o combinaciones de cargas y niveles de fertilización, cada uno sometido a dos niveles de suplementación durante los meses de sequía.

Los niveles de suplementación consistieron en suministrar a voluntad una mezcla de miel final con 3% de urea durante la primera estación de sequía y miel-urea más 350 g/animal/día de levadura torula a los mismos animales durante la segunda estación de sequía que incluyó el experimento; este nivel de suplementación se le denominó alto (A). El nivel de suplementación bajo (B) consistió en suplementar con 350 g/animal solamente en la segunda estación de sequía. En el período intermedio de lluvias ningún tratamiento fue suplementado.

Animales. Se emplearon seis terneros machos mestizos (3/4 Holstein x 1/4 Cebú) de 8-10 meses de edad y 160 kg de peso vivo inicial para cada tratamiento, los cuales se incorporaron al pastoreo al inicio de la estación de sequía.

Pasto. Se utilizó un área de 11,5 ha en un suelo latosólico, con buen drenaje superficial, cubierto con pasto pangola con más de 10 años de establecido y que presentaba una composición botánica uniforme y con 85-90% del pasto activado. El área total estuvo dividida en 20 cuartones de diferentes tamaños según los tratamientos de carga, dos para cada grupo, los cuales fueron dispuestos aleatoriamente dentro de dos bloques en toda el área.

Fertilización. Todo el fertilizante se aplicó durante período de lluvia, debido a que no se utilizó regadío en el período de sequía. La fuente de nitrógeno empleada fue nitrato de amonio, la cual fue dividida en dos aplicaciones iguales para los niveles de 80 kg N/ha y en cuatro aplicaciones para los niveles de 160 kg/ha. Además, se aplicó superfosfato triple y cloruro de potasio a razón de 80 kg/ha de P2O5 y K2O en una sola aplicación.

Procedimiento. Los animales de cada tratamiento rotaron cada 14 días en los dos cuartones que disponían, oportunidad en la cual eran bañados con productos garrapaticidas y pesados en ocasiones alternas.

Los animales se mantuvieron todo el tiempo con libre acceso al pasto y los suplementos fueron suministrados en comederos comunes para cada grupo, situados dentro de los cuartones, así como agua y sales minerales.

Medidas. El peso vivo fue medido cada 4 semanas aproximadamente, con los animales recién sacados del cuartón. La disponibilidad de pasto se midió en tres ocasiones en cada estación mediante el corte de muestras de 0,5 m2 cada una, en cantidad que representaba el 0,08% del área total del cuartón. A estas muestras se les determinó el contenido de materia seca y proteína bruta según métodos convencionales. Al finalizar el experimento todos los animales fueron sacrificados para medir las características de la canal según el método descrito por Willis y Preston (1967). El consumo de miel-urea fue medido por grupos mediante una regla aforada cada vez que se llenaron los bebederos, pero solamente durante la segunda estación de sequía.

 

RESULTADOS

Las ganancias de peso vivo en cada período experimental son mostradas en la tabla 1. Se encontraron diferencias significativas (P<0,05) en la ganancia diaria en ambos períodos de sequía y en el período total, mientras que, en la estación de lluvias las diferencias no fueron significativas. En la primera estación de sequía los animales de los tratamientos suplementados con miel-urea ganaron significativamente más que los no suplementados en todos los sistemas carga/fertilización, con excepción del sistema de 6 animales/ha con 160 kg N/ha, donde no se encontró efecto de la suplementación; además, entre los animales suplementados los que pastaron a razón de 4 animales/ha en esta época ganaron significativamente más que los que pastaron a razón de 6 animales/ha, mientras que entre los no suplementados los animales de la menor carga ganaron más que los que pastaron con las cargas más altas, con excepción del sistema de 6 animales/ha con 160 kg N/ha. En la segunda estación de sequía los animales suplementados con miel urea y torula mantuvieron ganancias superiores que los suplementados con torula solamente. Contrariamente a lo ocurrido en la sequía anterior, los animales que pastaron a razón de 6 animales/ha entre los grupos de alta suplementación ganaron significativamente más que los que pastaron a razón de 4 animales/ha y estos más que los de la carga de 8 animales/ha, mientras que entre los grupos con baja suplementación solamente ganaron significativamente más los de la carga 6 animales/ha con el nivel alto de fertilización. Al analizar las ganancias se encontró respuesta significativa al nivel de alta suplementación en las cargas de 4 y 6 animales/ha, siendo más notable este efecto en la carga de 6 animales/ha con 80 kg N/ha; bajo la carga de 8 animales/ha, donde ocurrieron las peores ganancias, no se registró efecto del nivel de suplementación. Con el nivel alto de suplementación no hubo diferencias en la ganancia diaria entre los animales que pastaron a razón de 4 ó 6 animales/ha a ningún nivel de fertilización, mientras que en el nivel bajo de suplementación los del sistema de 6 animales/ha con 80 kg N/ha ganaron menos que los que pastaron con esta misma carga, pero con 160 kg N/ha.

Las ganancias de peso vivo por unidad de superficie fueron notablemente mayores en los grupos con el nivel alto de suplementación, estas diferencias fueron mayores también en los sistemas con 6 animales/ha comparados con los de 4 animales/ha; además, bajo la carga de 6 animales/ha hubo un efecto notable de la fertilización sobre la producción por hectárea.

La disponibilidad de pasto en términos de materia seca por animal como promedio de cada estación, así como su contenido de proteína bruta son mostrados en la figura 1. Se observó una estrecha relación entre la disponibilidad de pasto, la carga y el nivel de fertilización en ambas estaciones, mientras que el contenido de proteína bruta mostró una relación inversa a la disponibilidad y además presentó valores notablemente superiores en las estaciones de sequía.

El peso al sacrificio, el rendimiento y las características de la canal aparecen en la tabla 2. No se encontraron diferencias significativas en ninguno de los parámetros evaluados.

 

DISCUSIÓN

La suplementación con miel + 3% urea a voluntad como único suplemento produjo efectos significativos sobre la ganancia de peso vivo de animales en iguales condiciones de carga y fertilización que las empleadas en el presente experimento (Valdés y Batista, 1979) lo que fue atribuido a un efecto depresivo sobre la digestibilidad del pasto de este alimento energético suministrado en grandes cantidades (Church, 1969) o a la ausencia de una fuente de proteína natural (Ammerman, Verde, Morre, Burns y Chicco, 1972).

Uno de los resultados más interesantes fue la mayor ganancia de peso vivo registrada en la segunda estación de sequía bajo las cargas de 6 animales/ha comparada con las cargas de 4 y 8 animales por hectárea. Seguramente que bajo la carga de 6 animales/ha en la estación de sequía la disponibilidad de pasto estuvo restringida a un nivel adecuado, de forma tal, que este sistema se comportó como un sistema de pastoreo restringido con altos consumos de miel-urea como el propuesto por Morciego, Muñoz y Preston (1967), donde se restringía el tiempo de pastoreo para lograr altos consumos de miel-urea. En este caso, la restricción del pasto estuvo dada por la carga o presión de pastoreo y no por el tiempo de acceso al mismo. Contrariamente, bajo la carga de 4 animales/ha la disponibilidad de pasto permitió realizar a los animales altos consumos del mismo, pero al mismo tiempo se consumieron cantidades considerables de miel-urea, por lo que este sistema se comportó a un nivel intermedio donde el pasto consumido no se aprovechó eficientemente por el efecto depresivo de la miel final y tampoco este suplemento se aprovechó eficientemente en estas condiciones. El efecto del suplemento proteico por sí mismo es evidente al comparar las ganancias de peso vivo de los animales que recibieron torula en la segunda estación de sequía, comparadas con las registradas por estos mismos animales en la primera sequía cuando no recibieron ningún suplemento.

También resulta contradictoria la ausencia de respuesta al incremento de la fertilización nitrogenada dentro del período de lluvias en términos de ganancia de peso a pesar de las diferencias en la disponibilidad de pasto en este período, mientras que el efecto de la fertilización se manifestó en los períodos de sequía bajo la carga de 6 animales/ha, lo que influyó en el período total. Una respuesta similar fue encontrada en un trabajo anterior por Valdés y Perdomo (1979) en sistemas sin suplementación.

Los resultados del presente experimento confirman la importancia de la carga animal, aún en los sistemas donde se dispone de suplementos.

En este caso donde la miel-urea se suministró a voluntad y además se dispuso de un suplemento de proteína natural, el incremento de la carga de 4 hasta 6 animales/ha determinó incrementos en la ganancia de peso vivo y por tanto una mayor eficiencia en la utilización de los alimentos adicionales, mientras que cuando la carga se continúa elevando la disponibilidad del alimento fibroso puede convertirse en un limitante para el aprovechamiento de los alimentos de alta energía con alto nivel de disponibilidad. Además, el incremento de la carga de 4 hasta 6 animales/ha representó un incremento de 33 ó 45% en la ganancia de peso vivo por hectárea en los sistemas.

 

SUMMARY

A total of 60 (3/4 Holstein x Brahman) with 8 to 10 month old were randomized in ten equal groups to study the effect of suplementation in dry season with bulls grazing pangola grass at different stocking rates and fertilization levels. The treatments were 4 animals/ha with fertilization of 0 and 80 kg N/ha; 6 animals/ha with 80 and 160 kg N/ha; 8 animals/ha with 160 kg N/ha. Each combination of stocking rate were supplemented at two levels: hight (A) and low (B). The level A consisted in molasses - 3% urea ad libitum with 350 g/animal of torula yet in the second dry season and the level 8 the animal received only 350 g/animal/day of torula yet. In each system stocking/fertilization the level A animals gained significantly (P<0,05) more than the animals in system 8 except with 8 animals. The gain per day in all period were 420 and 333 g/animal in A and B respectively in the system 4 animal/ha without fertilization; 427 and 346 g/animal for A and B in the system 4/80 kg N/ha 391 and 294 in the system 6/80 kg N/ha and 385 g in 6/160 kg N/ha; 297 and 276 g in the system 8/160 kg N/ha. Can be obtained mayor product ion per animals and per hectare with stocking rates of 6 animals/ha and hight suplementation.

 

REFERENClAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Anmerman, C.B.; Verde, J.; Morre, J.E.; Burns, W.C. & Chicco, C.F. J. Anim. Sci. 35:125. 1972

2. Church, D.C. En: Digestive Physiology and Nutrition of Ruminants. Oregon Univ. Press. 1969

3. Morciego, S.; Muñoz, F. & Preston, T.R. Rev. cubana Cienc. agríc. 4:97. 1967

4. Valdés, L.R.; Batista, J. Pastos y Forrajes. Revista de la EEPF «Indio Hatuey». Matanzas, Cuba. 2:469. 1979

5. Valdés, L.R. & Perdomo, A. Pastos y Forrajes. Revista de la EEPF «Indio Hatuey». Matanzas, Cuba. 2:141. 1979

6. Willis, M.B. & Preston, T.R. Rev. cubana Cienc. agríc. 1:21. 1967