ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN

 

 

 

Sistemas de producción de leche a partir del pasto. I. segregación de áreas para conservar como ensilaje y heno

 

 

 

M. Esperance, P.J. O'Donovan y A. Perdomo

Estación Experimental de Pastos y Forrajes «Indio Hatuey» Perico, Matanzas, Cuba

 

 

 


RESUMEN

Se compararon dos sistemas de alimentación utilizando 60 vacas F-1 (Holstein x Cebú) según diseño totalmente aleatorizado, en pasto pangola, sin irrigación fertilizado con 150, 100 y 100 kg/ha/año de N, P y K, respectivamente y carga promedio de 3,0 vacas/ha durante tres años consecutivos. En el tratamiento experimental, se segregó el 50% del área de mayo a agosto, ensilando en dos ocasiones y de agosto-octubre se segregó el 25% del área para henificar, pastando los animales en el resto del área, respectivamente; estos alimentos se suministraron durante la seca en adición al pasto de secano a razón de 20 y 3 kg/vaca/día, respectivamente; mientras que en el sistema control se dedicó toda el área a pastoreo, manteniéndose una carga fija de 3 vacas/ha y no se practicó la conservación, suministrándose en seca, como complemento al pastoreo restringido, forraje de un área adicional, lo que redujo la carga a 2,6 vacas/ha. 2. Los rendimientos en leche del sistema de segregación fueron superiores en primavera y seca a los del sistema control; obteniéndose promedios anuales de 7,9; 6,9; 6,3 y 7,5; 5,9; 5,9 respectivamente; por otra parte, la producción por área como promedio de los tres años de prueba se vio incrementada en un 23% por el empleo de cargas elevadas. Con la conservación del área segregada se fabricaron anualmente más de 90 t de ensilaje y aproximadamente 12 t de heno. 3. Se recomienda la aplicación del sistema de segregación en áreas de secano para, además de hacer una utilización eficiente del pasto, garantizar alimentos (ensilaje y heno) para el periodo de seca.

Palabras clave: Leche, ensilaje, sistema de producción.


 

 

INTRODUCCIÓN

Es bien conocido que una de las principales limitantes de la producción animal en nuestro país, es el déficit de pastos y forrajes que se produce en los seis meses de seca, Este déficit nos obliga a emplear algún otro tipo de alimento en adición al pasto de secanos o utilizar el riego si se quiere mantener la producción animal y muy especialmente la producción de leche.

No obstante, la disponibilidad del regadío es limitada en el país y será poco efectivo si no se cuenta con fertilizantes nitrogenados y especies de pastos que no se vean afectados por las bajas temperaturas y radiación solar, que imperan en esta época (García Trujillo, 1974).

Una de las formas más comunes de disminuir el déficit de alimentos en la seca en nuestras explotaciones lecheras, es la conservación de los pastos y forrajes en forma de ensilaje y heno.

No obstante, la mayoría del ensilaje y del heno que se fabrican en el país son de áreas destinadas a este fin, ajenas por lo general al área en que pastan los animales, los cuales en el periodo de seca permanecen con poca utilización o se le aplica riego para obtener forraje verde. Por otro lado, el excedente de pasto que se produce en primavera en los cuartones en que pastan los animales no se preserva, disminuyendo por tanto la eficiencia conque se utiliza la producción de pastos (Logan y Millar, 1958).

Es por eso que en este trabajo se estudia un sistema de producción de leche para áreas de secanos con pasto pangola donde se segregue en la época de primavera parte del área de pastoreo con el fin de preservarla en forma de ensilaje y heno, haciendo una máxima utilización de la producción de pastos, así como conjugar en la época de seca los alimentos preservados (ensilaje y heno) con el concentrado, para obtener una producción de leche aceptable tanto en primavera como en seca.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

Sistemas experimentales. Durante tres años se estudiaron dos sistemas de producción de leche en pasto pangola y bajo condiciones de secanos empleando un área total de 20 ha. El sistema experimental (fig. 1) consistió en segregar el 50% del área en el período de mayo-agosto ensilando en dos ocasiones y el 25% de septiembre-octubre para la fabricación del heno. Los animales pastaron libremente (16 h) en el resto del área con una carga total de 3 vacas/ha, la cual se incrementó, en el área de pastoreo a 6, de mayo-agosto y a 4, de septiembre-octubre. Durante la seca los animales pastaron restringidamente (4 h) la totalidad del área, recibiendo además una ración diaria de ensilaje y heno, más una suplementación de 2 kg/vaca/día de concentrado comercial (14% PB), esta última también se empleó durante la primavera con excepción del último año.

En el sistema control también se empleó una carga sobre el pasto de 3 vacas/ha, pero, no se segregó área para la conservación, pastando los animales en la totalidad del área tanto en
primavera como en seca. Durante la seca fue necesario suministrar una ración de forraje (15 kg/vaca/día) de Napier de un área extra, la cual disminuyó la carga total de este sistema a 2,6 vacas/ha. Se empleó el mismo sistema de suplementación con concentrados que en el sistema experimental.

La fertilización utilizada en ambos sistemas fue de 150 kg de N/ha/año en cinco aplicaciones en el área de pastoreo de mayo-octubre y en tres aplicaciones en el área de forraje. La fertilización con P2O5 y K2O se realizó a razón de 100 kg/ha/año en una aplicación a principio de primavera.

Animales. Se utilizaron 60 vacas (½Holstein x ½Cebú) entre la segunda y la cuarta lactancia. El rebaño estaba compuesto por una mitad de las vacas recentinas (paridas entre abril y mayo) con una producción inicial entre 10-12 kg de leche/vaca/día y la otra mitad paridas en febrero y marzo con una producción media de 8 kg/vaca/día, las cuales fueron aleatorizadas en los tratamientos en el mes de mayo, cuando comenzó el experimento. Las vacas, en ambos tratamientos, se sustituían según iban arribando al final de la lactancia, tomándose como índice una producción menor a 2 kg de leche/vaca/día. Cada año se renovaban todos los animales utilizando la misma metodología explicada anteriormente.

 

Manejo del pasto

En el sistema experimental el área estaba dividida en cinco cuartones dos de los cuales tenían el 50% del área y fueron los que se dedicaron a la conservación, mientras que en el sistema control se disponía de 6 cuartones de igual tamaño. En ambos sistemas los animales pastaron en un solo rebaño con un tiempo de ocupación de 6 y 4 días y de reposo de 12 y 20 días para los grupos experimentales y control respectivamente, en la época de primavera. En la seca el tiempo de ocupación fue de 4 y 3 días y el de reposo de 16 y 15 para ambos tratamientos.

El ensilaje se realizó con una edad entre 45-60 días, practicando la conservación a mediados de julio y finales de agosto, depositando el material en silos superficiales no tapados, a los cuales se les añadió un 4% de miel, con excepción del último año que se empleó la tecnología de silos al vacío. El heno se fabricó a finales de octubre con una edad de 60 días aproximadamente, empleando para su fabricación 24 h, virando el material en dos ocasiones. Posteriormente el material fue empacado y almacenado bajo techo.

El forraje suministrado al sistema control durante la seca fue de Napier (Pennisetum purpureum) de un área adicional (2,5 ha) fertilizada en primavera a razón de 50 kg N/ha sin
riego durante la seca, con una edad de 70 días cuando se comenzó a suministrar a los animales.

Análisis y mediciones. De los alimentos ofrecidos se tomaron muestras mensualmente para la determinación de MS; N x 6,25 y FC de acuerdo a los métodos de la AOAC (1960) mostrándose su composición en la tabla 1.

La producción de leche se determinó quincenalmente; al final de cada mes fue medido el consumo por tratamiento de ensilaje y forraje pesándose el alimento ofrecido y el residuo

 

RESULTADOS

La calidad del pasto, el forraje y los alimentos conservados se muestran en la tabla 1 Como se puede observar, en la época de primavera la calidad del pasto (%PB) fue superior en el sistema de segregación que en el control, oscilando en el primero entre 7-6,3% y en el control entre 6,2-5,8%. La calidad del forraje empleado en el sistema control fue baja y especialmente en el año 1975 donde el % PB fue de 2,9; igualmente sucedió con el ensilaje fabricado en el sistema de segregación. El heno tuvo una tendencia a presentar un mayor contenido de PB que el ensilaje, especialmente en el último año.

La cantidad de alimentos conservados (tabla 2) fue, en todos los años, suficiente para suministrar entre 18-21 kg/vaca/día de ensilaje como promedio de los 6 meses de seca y entre 0,73-1 kg/vaca/día de heno. Las menores producciones de ensilaje se obtuvieron en el último año, resultando lo contrario para el heno, cuya producción se incrementó en 2 t anuales.

La producción de leche por vaca (tabla 3) no mostró diferencias significativas entre tratamientos en la época de primavera a pesar de que estas fueron superiores en el sistema de segregación en 0,5 y 1,2 kg/vaca/día en los años 1973 y 1974, respectivamente, cuando se suplementó en esta época. En la primavera de 1975, cuando no se utilizó suplementación, las diferencias entre tratamientos fueron muy pequeñas (0,1 kg/vaca/día a favor del sistema de segregación), pero la producción de la primavera de este año se redujo entre 1,7 y 3,3 kg/vaca/día con relación a los años 1973 y 1974. En la época de seca sólo se encontraron diferencias significativas (P<0,01) en la producción individual en el año 1974, donde las
diferencias encontradas fueron de 1,8 kg/vaca/día, mientras que en 1973 y 1975 fueron de 0,3 y 1,0 respectivamente, todas a favor del sistema de segregación.

En la tabla 4 se muestran las producciones de leche/área/día. Como se puede observar, en el sistema de segregación, se obtuvieron producciones/ha superiores (23%) que en el control en todos los años, aunque solo éstas fueron significativas (P<0,05) en el año 1974, donde se obtuvo una diferencia de 7 kg/ha/día. En la tabla 5 se ofrece un cálculo de las posibilidades de los sistemas estudiados de producir leche, en términos de kg/ha/año.

Las producciones que se pueden obtener en el sistema de segregación son superiores a las del sistema control utilizado. Niveles de 8 300 kg/ha/año son posibles de producir en el sistema de segregación utilizando suplementa ci6i con concentrados en primavera, y de 6 840 kg/ha/año sin ésta. En ambos casos el sistema control fue superado en 2,000 y 1 368 kg/ha/año, respectivamente.

 

DISCUSIÓN

Es de destacar que el paso en la época de primavera tuviera una mayor calidad en el sistema de segregación que en el control a pesar de recibir la misma fertilización, no obstante la velocidad de rotación del primero fue de 18 días; mientras que en el control fue de 24 días, el cual no tenía áreas segregadas y disponía de más cuartones. Esta diferencia en calidad del pasto puede explicar las mayores producciones individuales registradas en el sistema de segregación, que aunque no reportaron diferencias significativas, fueron del orden de 0,5-1,2 kg/vaca/día en los años en que se utilizó la suplementación en primavera. Estos resultados coinciden con Hamilton (1968), él que reportó un incremento en la producción de leche del orden de los 0,8 kg/vaca/día al disminuir el tiempo de rotación en 15 días.

Otro resultado interesante a destacar es que la mayor producción individual en el sistema de segregación se tuvo a pesar de que la carga sobre el área pastada en la primavera fue muy superior en este, en comparación con el sistema control. Estos resultados no concuerdan con los encontrados por Hancok (1958), McMeekan y Walshe (1963) y Colman y Holder (1968), quienes reportaron un descenso en la producción por vaca al incrementarse la carga. Aunque no existen datos de disponibilidad del pasto, los resultados antes expuestos nos demuestran
que este no fue un factor limitante cuando se utilizaron cargas de 6 vacas/ha de mayo-agosto y de 4 vacas/ha de agosto-octubre bajo las condiciones de este experimento y que existía cantidades considerables de pastos que podían ser conservados como se realizó en el sistema de segregación, aunque la mayor calidad obtenida en el pasto del sistema experimental pudo haber compensado cualquier disminución de la disponibilidad/vaca del pasto, en el área pastada. Las cantidades de alimento conservado en el sistema de segregación oscilaron entre 23-19 t/ha de ensilaje y entre 4-5,6 t/ha de heno, lo que alcanzó para suministrar entre 21-17,6 kg/vaca/día de ensilaje como promedio de 180 días y entre 1 y 0,73 kg/vaca/día de heno.

En el sistema de segregación se obtuvieron producciones por ha superiores que en el sistema control en todos los años estudiados, aunque solo en el 1974 se obtuvieron diferencias significativas, a pesar de que en los años 1973 y 1975 las diferencias en kg de leche/ha/día fueron de 4,4 y 3,8 respectivamente a favor del sistema de segregación. Como promedio general este incremento fue del orden de un 23% y se debió a una mayor producción por vaca y a una mayor carga en el sistema de segregación, lo cual está de acuerdo con lo reportado por McMeekan (1961), McMeekan y Walshe (1963) y Colman (1970) los que han encontrado incrementos en la producción por área entre un 16 y 72% al aumentar la carga entre un 11 y 100%.

Los cálculos de las producciones/ha/año muestran que el sistema de segregación puede producir más de 8 000 kg de leche/ha/año cuando se utiliza la suplementación con concentrados todo el año y de alrededor de 6 800 kg leche /ha/año cuando no se utiliza la suplementación en primavera. En el primer caso, la producción encontrada corresponde a los valores superiores para pastos de secano fertilizados con nitrógeno, encontrados en una revisión del tema realizado por Stobbs (1976), mientras que las producciones encontradas en el sistema control son similares a las reportadas por Blydestein, Louis, Toledo y Camargo (1969) de 6 014 kg de leche/ha/año, sobre una pangola de secano fertilizada, utilizando cruce de Jersey x Criollo, aunque la carga fue algo inferior que la emplea da en este experimento (2,6 vacas/ha).

En términos generales el sistema de segregación permitió una mayor producción por área, principal objetivo a alcanzar en los sistemas intensivos de producción animal (Cooper, 1969). Por otro lado, el hecho de haberse conservado el 40% del área como promedio anual en forma de ensilaje y heno, refleja una mayor eficiencia de utilización de los pastos, lo cual coincide con los resultados de Logan y Miles (1958), los que encontraron que gran parte de las ventajas, en términos de producción de leche que se obtenía en los sistemas rotacionales, se debían al suministro de ensilaje como producto de la posibilidad de ensilar una mayor cantidad de pastos en estos sistemas.

El comportamiento de las precipitaciones en el último año explican la reducción en la fabricación de ensilaje y el aumento en 2 TM de heno con relación al año anterior; ya que en el año 1975 cayó menos lluvia mientras el área estuvo segregada para ensilar que la que cayó cuando se segregó para heno.

Durante la primavera del último año se redujo considerablemente la producción de leche en ambos sistemas, oscilando ésta entre 6,3-64 kg/vaca/día, eliminándose las diferencias entre los sistemas, que se habían registrados en los años anteriores. Esta disminución de la producción estuvo asociada a la supresión de la suplementación de concentrados en esta primavera. El potencial de producción de las vacas F-1, solamente a base de pastos, estuvo alrededor de 6-6,5 kg de leche/vaca/día, lo cual es algo inferior a lo reportado en experimentos a corto plazo, donde las vacas se encuentran en la primera parte de la lactación, como se ha reportado por Milera y Ramírez (1975), los cuales encontraron producciones de leche 7,7-7,9 kg/vaca/día con vacas, con fertilización y pastos semejantes a los utilizados en este trabajo, pero coincide plenamente con los resultados encontrados en grupos grandes de animales, donde se evaluaron animales en diferentes estados de lactación como son los reportados (6 kg/vaca/día) por Esperance, O´Donovan y Carnet (1976) con 120 vacas F-2 en pangola fertilizada en condiciones de producción.

Aunque es difícil comparar los resultados de años diferentes, es probable que en los años 1973 y 1974 el potencial de producción a base de pasto fuera superior, ya que al calcular las
respuestas a la suplementación con concentrados, tomando como potencial de producción del pasto el obtenido en el año 1975, éstas fueron del orden de 1,6-1,1 kg leche/kg de concentrado en el sistema de segregación y de 1,1-0,9 en el sistema control, lo cual es muy superior a las respuestas encontradas para este tipo de vacas en la época de primavera y la cual oscila entre 0,3 0,5 kg de leche/kg de concentrado (Aranovich, Correa y Faria, 1966).

Durante el período de seca la dieta suministrada en el sistema de segregación dio producciones que oscilaron entre 5,3 y 7,2 kg de leche/vaca/día durante los tres años experimentales del sistema control, aunque solo en el año 1975 se reportaron diferencias significativas (P<0,01) entre los dos tratamientos. Los resultados de trabajos anteriores, muestran que con dietas mixtas de ensilaje de pangola suplementadas con concentrado y heno y pastoreo restringido se pueden obtener producciones de leche de 7,2 kg/vaca/día (Esperance y Guerra, 1974), lo cual coincide con las mayores producciones obtenidas en este trabajo mientras que con ensilaje solo las vacas por lo general no producen más de 4 ó 5 kg de leche/día, reducen el tiempo de lactación y sufren grandes pérdidas de peso (Esperance y Guerra, 1974 y Esperance, 1977).

La menor producción en el sistema control en el período de seca puede estar relacionada a la inferior calidad del forraje en comparación con el ensilaje y el heno suministrado en el sistema de segregación, además de que el consumo total de MS proveniente de estos alimentos fue superior en el sistema de segregación, los cuales consumieron entre 17-20 kg de ensilaje, 0,7-1 kg de heno más pastoreo restringido, contra 15 kg de forraje más el pastoreo libre en el sistema control. En los trabajos realizados en los países templados, por lo general el suministro de forrajes a vacas lecheras produce más leche que las dietas de ensilaje (Campling, 1966; Logan y Haydock, 1964 y Smirnova, 1966), aunque con forrajes de mediana calidad Esperance y Guerra (1973), no encontraron diferencias en la producción de leche de vacas F-1 al compararlo con el ensilaje, en dietas suplementadas con concentrados.

La menor producción que se registró en la seca de 1974 en los dos sistemas, no parece estar relacionada con la calidad de los alimentos suministrados, los cuales fueron superiores a
los otros dos años, ni a la disponibilidad de ensilaje, heno o forraje, debiendo estar ésta, relacionada a factores no controlados y posiblemente a la composición del rebaño utilizado en este período.

Los resultados encontrados en el presente trabajo muestran que el sistema de segregación de áreas de pastoreo para la fabricación de heno y ensilaje puede ser utilizado en las áreas de pangola de secano fertilizadas, como un método eficaz para incrementar la producción de leche y resolver el déficit de alimento en la época de seca, Las producciones que se puedan lograr, así como los niveles de segregación y las cantidades de ensilaje y heno fabricados, dependerán grandemente del estado del pasto, del nivel de fertilización y del manejo del sistema en general.

 

SUMMARY

A comparison was made between two feeding systems using 60 cows (Holstein x Cebú) with a wholly randomized design, with a pangola grass (Digitaria decumbens, Stent) without irrigation, fertilized with 250, 100 and 100 kg/ha/year of N, P and K, respectively, and a mean stocking rate of 3,0 cow/ha during three consecutive years. In the experimental treatment, 50% of the area was segregated from May to August, making silage at two times, and 25% from August to October for making hay, grazing the animals on the other hand, respectively, this food was feeding during dry period in addition to dry pasture at 20 and 3 kg/cow/day, respectively. In the mean time, the control system was grazing the whole area, with a uniform stocking rate of 3 cow/ha, without preservation, supplemented in the dry season with forage of an additional area, which reduce the stocking rate to 2,6 cow/ha. 2. The milk yields of the experimental system were higher in spring and dry period. than in the control system with year mean yield of 7,9; 6,9; 6,3 and 7,5; 6,9; 5,9 respectively. On the other hand, there was 23% of increase in mean yield per area, during the three year test because of the high stocking rate used. With separated area preservation, there was a year production of 90 M.T, of silage, 12 M.T, of hay, approximately. 3. It is suggested the use of segregation area system in dry land in order to secure food (silage and hay) for dry period in addition to make a efficient use of' pasture.

 

REFERENCIAS

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2. Aronovich, S.; Correa, A.N.S. y Faria, E.V.. Resultados de verao, Boleti do Instituto de pesquisas e Experimentacao Agropecuaria do Centro Soul. Brasil 1966

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6. Colman, R.L.. Future use of nitrogen fertilizers on pastures and crops in sub-tropical. New South Wales J. Aust. Inst. Agric. Sci. Sept. 1970. 36:224 1970

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10. Esperance, M.; O'Donovan, P. y Carnet, R.. Respuesta a la suplementación de concentrados de vacas lecheras durante la primavera. 1ra. Reunión de la Asociación Cubana de Producción Animal. Resúmenes. pág. 73 1976

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