ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN

 

Integración ganadero-forestal como alternativa para la agricultura familiar de una región de Uruguay

 

Animal husbandry-forestry integration as alternative for family agriculture in a region of Uruguay

 

 

Liber Manuel Acosta-Casella1, Virginia Courdin-Máximo2 y Pedro Raúl Arbeletche-Favat1

1Dpto. Salud en los Sistemas Pecuarios, Facultad de Veterinaria, Estación Experimental Dr. Mario A. Cassinoni Ruta 3 km 363, Paysandú, Uruguay
2Dpto. Ciencias Sociales, Facultad de Agronomía, Estación Experimental Dr. Mario A. Cassinoni, Paysandú, Uruguay
Correo electrónico: ecoyadpaysandu@hotmail.com

 

 


RESUMEN

El objetivo de este estudio fue evaluar el acuerdo de cooperación e integración productiva entre la Montes del Plata (EFMDP) y los productores familiares de los clubes agrarios del Movimiento de Juventud Agraria (MJA) en una región del departamento de Durazno como una alternativa de integración ganadero-forestal. El abordaje metodológico tuvo un enfoque cualitativo, basado en un estudio de caso exploratorio y múltiple. Las unidades de análisis fueron ambos clubes y los productores integrantes de estos. Se utilizaron, como técnicas, la encuesta y la entrevista semiestructurada. La evaluación se realizó desde las dimensiones pertinencia, efectividad y sostenibilidad. Como resultados, emergieron las problemáticas compartidas por los productores ganaderos familiares integrantes de ambos clubes agrarios, así como las estrategias comunes adoptadas para mantenerse produciendo y viviendo en el medio rural. Entre estas últimas se destacan la integración productiva y el proceso asociativo, como oportunidad tangible para acceder al recurso tierra; y la pluriactividad, como mecanismo de mejora en los ingresos familiares y garantía de su reproducción en el tiempo, en lo cual las actividades productivas tienen una baja incidencia respecto a las no productivas. Se concluye que la evaluación del acuerdo de cooperación e integración productiva entre la EFMDP y los productores familiares de los clubes agrarios del MJA en Durazno es pertinente y efectiva y su sostenibilidad es moderada.

Palabras clave: cooperación, evaluación, sostentibilidad.


ABSTRACT

The objectve of this study was to evaluate the cooperation and productive integration agreement between the Montes del Plata company (EFMDP) and the family farmers from the agrarian clubs of the Agrarian Youth Movement (MJA, for its initials in Spanish) in a region of the Durazno department as an alternative of animal husbandry-forestry integration. The methodological approach had a qualitative focus, based on an exploratory and multiple case study. The analysis units were both clubs and the farmers who are members of them. The survey and semi-structured interview were used, as techniques. The evaluation was made from the pertinence, effectiveness and sustainability dimensions. As results, the problems shared by the animal husbandry family farmers who are members of both agrarian clubs emerged, as well as the common strategies adopted to remain producing and living in rural areas. Among the latter the productive integration and associative process stand out, as tangible opportunity to have access to the land resource; and pluriactivity, as mechanism of improvement in the family incomes and warrant of their reproduction in time, on which the productive activities have low incidence with regards to the non-productive ones. It is concluded that the evaluation of the cooperation and productive integration agreement between the EFMDP and the family farmers from the agrarian clubs of the MJA in Durzano is pertinent and effective and its sustainability is moderate.

Keywords: cooperation, evaluation, sustainability.


 

 

INTRODUCCIÓN

En las últimas décadas en Uruguay se han registrado una serie de transformaciones, entre las que se encuentra la restructuración del sector agropecuario nacional, a causa de la extranjerización y concentración de la propiedad, de la expansión de algunas actividades de la agricultura y la forestación (Netzeband y Arbeletche, 2016) y de los cambios derivados de la intensificación productiva; los que han afectado la ganadería extensiva, particularmente la familiar (Gautreau, 2014).

El desarrollo de la forestación en el país, según Brasesco (2008), se puede dividir en cuatro etapas, de las cuales se tomarán para contextualizar este estudio solo las dos últimas. La tercera etapa se desarrolló desde 1987 hasta 2005, en la que hubo una fuerte expansión de la actividad basada en la compra de tierras e implantación de montes, básicamente por la implementación de la Ley Forestal 15.939 del año 1987 y por la llegada de grandes transnacionales. Dicha ley proveía incentivos fiscales, tales como subsidio a la implantación, exoneración de impuestos nacionales, créditos sectoriales y exoneración de aranceles a la importación de bienes de capital. La cuarta etapa abarcó desde 2005 hasta 2014, y en la fase agraria se destaca una menor tasa de plantación, la progresiva extranjerización del manejo y ordenación forestal, y la inclusión de productores agropecuarios como socios de las multinacionales de la madera (Tamosiunas, 2011).

Según datos del Censo General Agropecuario (CGA, 2011), el área forestada es de 1 071 000 ha y representa el 6,5 % de la superficie total del país, con un crecimiento respecto al año 1990 de 485 % (MGAP-DIEA, 2013). Si bien se verifica que el país tiene una baja cobertura forestal, las plantaciones están concentradas en ciertas zonas con una alta densidad.

Por otra parte, el Censo General Agropecuario (CGA, 2011) mostró que las explotaciones agropecuarias comerciales, cuya principal fuente de ingresos es la ganadería de carne y los ovinos, están formadas por 26 480 establecimientos y representan el 64 % del total, con una superficie explotada de 11 731 179 ha, que representan el 72 % de la superficie total (MGAP-DIEA, 2013).

Esta información muestra una disminución de 5,6 % en el área destinada a la ganadería y de 10,2 % en el número de explotaciones agropecuarias, respecto al año 2000. Si se toma el estrato de superficie de las explotaciones de hasta 200 ha, asociadas a la producción familiar, en 2011 estas representaban el 54 % de las explotaciones totales y el 8 % de la superficie, y mostraban una disminución en superficie y en número de explotaciones en torno a un 30 %, en relación con el año 2000 (Bervejillo y Tambler, 2014).

Basado en lo anterior, identificar los factores que afectan la reproducción y permanencia de los sistemas de producción familiar es de vital importancia para el país; en este sentido, Courdin (2013) planteó que existen productores familiares que acuden a estrategias asociativas para solucionar sus limitaciones y mejorar su inserción en el mercado. Este es el caso de los clubes agrarios Dos Divisas (CDD) y Bañado Grande (CBG), pertenecientes al Movimiento de Juventud Agraria (MJA), los cuales se integraron al Programa de Integración Productiva (PIP) de la empresa forestal Montes del Plata (EFMDP) en el departamento de Durazno, Uruguay.

El objetivo de este estudio fue evaluar el acuerdo de cooperación e integración productiva entre la EFMDP y los productores familiares de los clubes agrarios del MJA en una región del departamento de Durazno como una alternativa de integración ganadero-forestal.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

El trabajo de campo se llevó a cabo en el departamento de Durazno (Uruguay), específicamente en sus seccionales policiales 5 y 10, durante los meses de mayo a diciembre de 2015.

La estrategia metodológica consistió en un estudio de caso de tipo exploratorio y múltiple (Yin, 1994), a través de la evaluación de impacto para analizar el acuerdo de cooperación entre la EFMDP y el MJA, en dos clubes agrarios (Bañado Grande y Dos Divisas) integrantes del MJA. Las unidades de análisis fueron los clubes y los productores integrantes de estos.

En el caso de los clubes agrarios se utilizaron las dimensiones e indicadores propios de la metodología de evaluación de impacto (Hegedus, 2013; Bono-Mayobre, 2014); mientras que, para los productores, los indicadores fueron la caracterización socio-productiva, el impacto económico, el proceso asociativo y la pluriactividad. Se utilizaron, como técnicas para la recolección de información, la entrevista semiestructurada y la encuesta1.

 

El estudio se dividió en tres etapas:

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Los resultados del impacto del acuerdo de cooperación EFMDP-MJA se presentan para cada una de las dimensiones evaluadas con sus respectivos indicadores, en los cuales se deja constancia de lo dicho por los productores a través de la sistematización de sus respuestas.

Evaluación de la dimensión pertinencia. Esta dimensión implica el análisis de la adecuación, pertinencia y congruencia, tanto de los objetivos específicos del acuerdo de cooperación como de sus resultados reales, adaptados al contexto socioeconómico, institucional y físico, y con las prioridades definidas por los productores integrantes de los clubes agrarios.

En este caso, los productores participantes del acuerdo de cooperación EFMDP-MJA coincidieron en que este fue pertinente, según los siguientes argumentos de focalización: i) posibilidad de acceso al recurso tierra, que hasta el momento les era limitado dada la competencia intrasectorial que se ha generado en los últimos años (Saravia et al., 2015); ellos plantearon que: «La integración productiva con EFMDP permite el aumento de la superficie productiva familiar para radicar a toda la familia en el campo» (CBG), «Capacidad de tener más superficie, más animales, no descapitalizarse» (CDD); ii) oportunidades que genera en los jóvenes asociados, como estímulo para continuar su vida en el campo, «Estímulo de seguir radicado en el campo. Se mantiene el medio de vida, las raíces, lo vocacional» (CDD); iii) el proceso grupal como estrategia de integración, «Los jóvenes participan, se integran, hacen» (CBG); y iv) el vínculo con el MJA que permite traspasar barreras locales, «La integración al MJA y sus actividades grupales enriquecen y dan otras oportunidades» (CBG).

El proceso de transformación productiva de los últimos años, con la expansión de la agricultura sojera y la forestación, ha tenido como consecuencia directa la escasez y el aumento de precios del recurso tierra. Por ello, para los productores familiares, las estrategias tendientes a mejorar su inserción en el sistema son aquellas vinculadas a procesos asociativos, integración a organizaciones o integración productiva (Courdin y Sabourin, 2018), con el fin de lograr mayores posibilidades de aumentar su competitividad y su resultado económico.

Por otro lado, la valoración de la satisfacción fue de mayor grado para el CBG, cuyos productores visualizaron ventajas en aspectos económicos, sociales y productivos: «Para fortalecer el grupo» (CBG), «Es una caja de ahorros, permite completar ciclos productivos y mejorar la comercialización» (CBG), «Permitió mantener el capital animal» (CBG). Mientras que los productores del CDD identificaron solamente aspectos vinculados con el acceso al recurso tierra: «Lo bueno ha sido el campo, si nos dieran otro campo mejor» (CDD), «Ampliar la extensión del campo para crecer más» (CDD). Sin embargo, ambos clubes consideraron que algunos aspectos no fueron del todo satisfactorios, como: «Lo negativo es la distancia al campo, el traslado. El trabajo con animales en el monte sin infraestructura» (CBG), «Hay que mejorar las condiciones de producción, los plazos del acuerdo para realizar inversiones, mejorar el manejo del campo, ajustar la carga en función de la evolución del peso de los animales» (CBG), «Hay que reunirse más; sí nos llevamos bien, pero no nos reunimos, hay que reunirse más, para saber más» (CDD). Estos últimos criterios están más vinculados a aspectos operativos de la producción, de las pautas contractuales con la empresa y de la organización del propio grupo, que ha obstaculizado el desarrollo de sistema de producción por parte de los productores.

El impacto del acuerdo en función de los indicadores antes vistos (focalización y satisfacción) estuvo relacionado directamente con la etapa del proceso asociativo en la que se encontraba cada club. Es decir, en función de su historia, sus características y sus particularidades.

El CBG posee un perfil más asociativo, por su historia previa como grupo, el cual ha facilitado la consolidación de su capital social de unión (Woolcock, 2001); mientras que el CDD tiene una participación y acción más individualista, dado que se ha iniciado hace poco tiempo y está en la etapa de construcción del capital social de unión. Sin embargo, los productores de ambos clubes visualizaron la estrategia asociativa como una oportunidad para la construcción de capital social, que posibilita desarrollar formas de resistencia y permanencia en el medio rural.

Respecto a la disponibilidad de condiciones para replicar la experiencia hacia otros productores, si bien la EFMDP cuenta con otros campos disponibles para pastorear y un programa institucional de integración productiva, los integrantes de ambos clubes consideraron como limitaciones aspectos vinculados a lo asociativo; reconocieron que existen dificultades en la generación de procesos colectivos o vínculos con organizaciones que nucleen a los productores en la zona, por ejemplo: «No hay en la zona más clubes agrarios como para participar en estas experiencias. Sí hay más productores con características similares, pero no están organizados» (CBG), «la capacidad de agruparse es una limitante» (CDD).

En cuanto a la construcción de la demanda, para el CBG esta surge a partir de la preocupación de varios vecinos de reunirse para tratar problemáticas comunes, tales como el hurto de animales, la inseguridad y la disponibilidad de maquinaria; lo que derivó en la creación de un grupo «formal» de productores familiares pertenecientes a los alrededores de la capital departamental que continuaron trabajando por lograr beneficios colectivos.

Para el CDD, que se inició en 2012 en el marco de actividades del Centro de Desarrollo de la Intendencia Municipal de Durazno, la demanda surgió a partir de la experiencia del CBG. Así, se promovió la realización de reuniones con productores para ahondar conocimientos, generar el grupo y crear vínculos institucionales (sobre todo con el MJA), con el fin de acceder a los campos forestales, lo cual se logró en 2013 cuando se realizó el convenio con EFMDP. Estas diferencias entre clubes se relacionaron con la capacidad de autogestión y creación de confianza que desarrolló cada colectivo (Merino, 2012), a través de la construcción del capital social de unión (Woolcock, 2001): el CBG logró construir la demanda a través de un proceso basado en una necesidad, creando vínculos horizontales (capital social puente, Woolcok, 2001) con el MJA; mientras que el CDD generó su demanda por imitación.

Respecto a la congruencia entre los medios y los objetivos que propone el acuerdo, esta tuvo como aspecto central para los productores nuevamente el acceso a la tierra y las posibilidades productivas y económicas que les ofrecen a los jóvenes que viven en el campo, que son una motivación para su permanencia en el medio rural. Tales aspectos coinciden con los considerados en la variable focalización: «Es congruente en los productores que tienen hijos viviendo en el campo» (CBG), «Ayuda para quedarse en el campo, porque quedarse por quedarse los jóvenes no se pueden quedar, aunque hoy está bravo para quedarse» (CDD).

Se podría decir que la congruencia está dada más con la misión que se propone el MJA que con los objetivos del acuerdo, ya que incluye a los jóvenes, sus familias y la comunidad. No obstante, los productores también plantearon ciertas incongruencias, sobre todo vinculadas a la superficie destinada por el acuerdo a la producción. Consideraron que esta no permite desarrollar un sistema productivo sustentable económicamente y, por tanto, no colaboraría en el afincamiento de los jóvenes en el campo.

Asimismo, plantearon que dicho acuerdo debería ir acompañado de otras medidas que posibilitaran, por ejemplo, acceder a líneas de créditos, tanto para inversiones productivas como para enfrentar costos de producción. «Solo con este medio no, tiene que ser acompañado por créditos, inclusive para la compra de campos. Estamos complicados con las rentas, hay pocos predios, pocos predios chicos y están muy caros» (CBG).

Evaluación de la dimensión efectividad. La dimensión efectividad busca identificar los resultados y evaluar el grado, la magnitud en que han alcanzado sus objetivos y la calidad del impacto de las acciones sobre el medio en el que el acuerdo de cooperación pretendía intervenir.

En cuanto a las metas, es de destacar la postura colectivista de los integrantes del CBG, ya que, de acuerdo con las respuestas de los productores, no se visualiza la existencia de metas individuales, aparte de las que motivaron la construcción del proceso asociativo del que hoy son parte. «Cambiar la zona con el tema de la inseguridad, ahora nos conocemos todos, estamos conectados, compartimos e intercambiamos cosas» (CBG), «En lo productivo, más productividad, tener más animales, crecer» (CBG), «Más largo plazo, multiplicar al grupo, ser referencia en esta zona, en las 80 familias que viven acá. Ser facilitadores de los canales de comunicación, esto falta, el grupo no está lo suficientemente maduro para esto» (CBG). Asimismo, se destaca la valoración positiva del cumplimiento de dichas metas: «Las metas se cumplen» (CBG), «Dentro del grupo tener un núcleo duro de 10 familias cosa que se logró» (CBG).

En los productores del CDD, el cumplimiento se manifestó en relación con sus objetivos de dos formas: por un lado, con la ausencia de los objetivos en los integrantes que no tenían predio ni radicación rural; y, por otro, con objetivos netamente productivos y de capitalización de los productores con predio y radicación rural. «Tener la posibilidad de presentar proyectos, de fortalecerse como grupo. Que el tema productivo influya en la familia positivamente. La meta es crecer productivamente» (CDD), «Se cumplió lo grupal y poder conseguir un campo, ovejas con el MJA y cursos y charlas» (CDD).

Si bien los grupos han elegido el sistema productivo a desarrollar, este ha estado determinado por aspectos logísticos en el caso del CBG: «la recría de terneros es el sistema que requiere menos tiempo», «Además se puede esperar precio, según como venga el negocio»; y económicos en el CDD: «cría de ovinos, es de fácil acceso para los integrantes del grupo»; ambos grupos demostraron conformidad en la elección.

De acuerdo con las estimaciones del ingreso de cada familia en cada club, sobre la base de las consideraciones descritas en la metodología, se calcularon indicadores que evaluaron el impacto de las actividades productivas, en general, y las del acuerdo, en particular (tablas 2 y 3).

En los integrantes del CBG, la proporción de los ingresos prediales en promedio fue de 28 % respecto a los ingresos familiares totales. De la proyección de los ingresos anuales por EFMDP, se estimó que estos representarían el 11 % de los ingresos totales familiares. Se destaca la baja participación de los ingresos productivos (o prediales) en relación con los ingresos por otra actividad familiar, que en la mayoría de los casos no es agropecuaria. Todos los productores contaron con producción de autoconsumo, lo que complementó aún más la economía familiar y en muchos casos aportó ingresos cuando esta producción tuvo excedentes.

En el caso del CDD, la proporción de los ingresos prediales en promedio fue de 33 % respecto a los ingresos familiares. De la proyección de los ingresos anuales por EFMDP, se estima que estos representarían el 3 % de los ingresos totales familiares. Al igual que en el otro club, estos resultados resaltaron la baja participación de los ingresos productivos en relación con los ingresos de otras actividades, que en este club estaban asociadas a actividades agropecuarias.

En cuanto a los ingresos y la pluriactividad, los casos de estudio mostraron que la totalidad de los productores tenían otra actividad, vinculada al sector servicios, y principalmente a servicios no agropecuarios. Aun cuando a los ingresos del predio se les adicionaron los ingresos proyectados de la integración productiva, estos fueron marginales frente a la actividad extrapredial.

Estos resultados demostraron que la pluriactividad parece ser una característica importante en las familias integrantes de los clubes agrarios evaluados. Dicho comportamiento está asociado a una estrategia desarrollada por los productores familiares para su persistencia en el medio rural, ya que fortalece las formas de reproducción social y económica (Schneider et al., 2006).

Según Schneider et al. (2006), la pluriactividad no es capaz por sí sola de promover el desarrollo rural sin estar conectada a otras condiciones, como el acceso a la tierra, los mercados y la capacidad de innovación, características que están contempladas en esta experiencia de integración productiva; y la disponibilidad de crédito, que surge como una de las necesidades existentes que deben acompañar a estos programas.

Evaluación de la dimensión sostenibilidad. La sostenibilidad del acuerdo de cooperación es entendida como el grado en que puede mantenerse en el tiempo, en función de la estabilidad del acuerdo, los marcos contractuales, sus plazos y riesgos; así como por los aprendizajes adquiridos (capacidades incorporadas).

Para los productores de ambos colectivos existió cierta inestabilidad del acuerdo, dada por aspectos formales, ya que se rigen por contratos de pastoreo de 11 meses en los cuales los productores no tienen injerencia directa: «Tiene plazo de 11 meses, se renueva cada 11 meses. Nosotros no manejamos ese tema. Eso es directo entre EFMDP y MJA y se nos informa» (CBG), «Las condiciones son las que ponen ellos, sobre todo las de cómo pastorear, y las que ponen de seguridad. Respetar las normas de EFMDP, el cumplimiento de las normas de seguridad». Este marco contractual condiciona el sistema de producción que se puede organizar, el tipo de animales que se explotan, la realización de inversiones, etc. «Poca estabilidad, condiciona el tipo de animales que se pone, el sistema que se arma, los animales que están ahí tienen que estar siempre a la venta» (CBG), «Cumpliendo las normas, las medidas de seguridad, supuestamente EFMDP nos va a dar otro campo, acuerdo de palabra» (CDD).

La difusión del acuerdo se da por comunicación directa entre los productores y en los espacios que participan como grupo, tal es el caso de la Mesa de Desarrollo Rural del departamento. «Con el otro grupo también estamos en contacto, nos vemos en la Mesa de Desarrollo, donde también estamos en contacto con Intendencia Municipal. EFMDP lo difunde, hay un video donde participamos nosotros y está en Internet» (CBG). También el MJA y la EFMDP difunden el acuerdo a través de sus páginas web, videos institucionales y en medios de comunicación. La difusión no está prestablecida en el acuerdo, ni se da de forma proactiva por parte de los productores, sino que surge de las necesidades de las instituciones/organizaciones integrantes del acuerdo.

Entre los aprendizajes más importantes, los integrantes de ambos clubes destacaron aquellos vinculados básicamente a aspectos productivos: «manejo de los animales en el monte, la composición de la pastura, dentro del monte y afuera» (CBG), «En lo productivo sí participamos de pila de charlas» (CDD), y de fortalecimiento como grupo: «El trabajo en grupo como experiencia» (CBG), «En el campo hay que agruparse para poder lograr cosas, individualmente está cada vez más difícil» (CDD). Ambos aprendizajes están dados por la práctica en común, por la interacción social dentro del colectivo, y es esencial para la construcción de una percepción común de los recursos ente sus usuarios (Courdin y Sabourin, 2018).

 

CONCLUSIONES

La evaluación del acuerdo de cooperación e integración productiva entre la EFMDP y los productores familiares de los clubes agrarios del MJA en Durazno es pertinente y efectiva.

La disposición de condiciones adecuadas y la construcción de una demanda específica, aun con diferencias entre clubes en los procesos de creación, llevaron a que la congruencia entre los medios y los objetivos fuera adecuada a las necesidades de los productores familiares de esa zona.

La efectividad del impacto del acuerdo entre la empresa forestal y los productores familiares agrarios estuvo dada por la conquista de metas, establecidas en un club de forma más colectiva que en el otro; por la percepción de la mejora en los ingresos; y por la conformidad en el desarrollo de los sistemas productivos.

La sostenibilidad de estos acuerdos de integración productiva puede considerarse como moderada, debido a la inestabilidad por los plazos establecidos formalmente entre instituciones, lo que condiciona la sustentabilidad de los sistemas de producción.

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Recibido el 13 de diciembre del 2017
Aceptado el 11 de julio del 2018

 

 

1 La encuesta se utilizó solo con el fin de caracterizar a los productores y las unidades productivas; los datos provenientes de esta no se analizaron cuantitativamente.
2 Tabla elaborada a partir de las familias con predio, que tienen o no otros ingresos (sea el productor o el esposo/a). Los valores expresados en dólares corresponden a un valor del dólar de $24 pesos, aproximadamente.
3 Tabla elaborada a partir de las familias con predio, que tienen o no otros ingresos (sea el productor o el esposo/a). Los valores expresados en dólares corresponden a un valor del dólar de $24 pesos, aproximadamente.