ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN

 

 

 

Efecto del momento y la forma de plantación en la germinación y persistencia de Gliricidia sepium.

 

 

 

C. Matías
Estación Experimental de Pastos y Forrajes "Indio Hatuey" Central España Republicana, CP 44280, Matanzas, Cuba

 

 

 


RESUMEN

En un diseño completamente aleatorizado con arreglo factorial y cinco réplicas se estudió el efecto del momento, la forma de plantación y la parte del vástago empleada en la germinación y persistencia de Gliricidia sepium. Los tratamientos fueron: dos partes del vástago (basal e intermedia), dos formas de plantación (vertical y horizontal) y diferentes momentos (todos los meses del año 1997). No se encontró interacción significativa para la germinación y la persistencia entre los factores parte del vástago y forma de plantación; los mejores meses cuando se usó la parte basal y la forma vertical fueron de enero a mayo, con el 100 %; mientras que cuando se utilizó la parte basal y la forma horizontal los mejores meses (100 %) fueron noviembre, diciembre y enero. Sin embargo, cuando se plantó la parte intermedia del vástago mediante la forma vertical se obtuvo el 100 % de germinación y persistencia en los meses poco lluviosos de enero a mayo. Cuando se empleó la intermedia y la forma horizontal los mejores meses fueron enero, febrero, noviembre y diciembre. Se recomienda la utilización de ambas partes del vástago y las dos formas de plantación en los meses en que se logró el máximo de germinación y persistencia, así como no plantar estacas de esta especie en los meses lluviosos de junio a octubre.

Palabras claves: Germinación, Gliricidia sepium, vástago.


ABSTRACT

The effect of planting moment and form, and the part of the shoot used on the germination and persistence of Gliricidia sepium was studied in a completely randomized design with factorial arrangement and five replications. The treatments were: two parts of the shoot (basal and intermediate), two forms of planting (vertical and horizontal) and different moments (every month of the year 1997). There was no significant interaction between the part of the shoot used and the form of planting. The best months when using the basal part and the vertical form were from January to May with 100 %; while the best months when using the basal part and the horizontal form were November, December and January. Nevertheless, when the intermediate part of the shoot was planted by means of the vertical form, a 100 % of germination and persistence was obtained for the dry season from January to May. When the intermediate part of the shoot and the horizontal form were used, the best months resulted to be January, February, November and December. The utilization of both parts of the shoot and both forms of planting is highly recommended for the months during which the maximum of germination and persistence was reached; as well as it is advisable to avoid the planting of stakes belonging to this species during the rainy season form June to October.

Additional index words: Germination, Gliricidia sepium, shoot.


 

 

INTRODUCCIÓN

El uso de los sistemas con árboles para la alimentación del ganado bovino es una práctica utilizada en Cuba, Centroamérica y otros países de América Latina. La especie de mayor uso es Leucaena leucocephala por su buen comportamiento, su calidad y la palatabilidad de su follaje. Sin embargo, esta especie puede ser atacada por insectos y enfermedades y ocasionar un deterioro masivo en determinados momentos, por lo que se hace necesario la introducción de otras especies de árboles que, sembrados solos o mezclados con la leucaena en los sistemas silvopastoriles, diversifiquen la población.

Gliricidia sepium puede ser una de estas especies, ya que se adapta a diversas condiciones de suelo y clima y se desarrolla bien en áreas con precipitaciones de 600 a 3 000 mm y en alturas desde 0 hasta 1 300 msnm (Razz y Clavero, 1997). El rendimiento de materia seca del follaje puede alcanzar hasta 22 t/ha/año, con un valor nutritivo de 23-25 % PC y una digestibilidad entre 61 y 70 %, según la edad del rebrote (Gómez, Rodríguez, Murgueitio, Ríos, Molina, Molina, Molina y Molina, 1997). Aunque es una especie caducifolia, si se poda a finales de primavera produce abundante follaje para la época crítica (Hernández y Benavides, 1994).

G. sepium puede sembrarse por semillas o por estacas; la siembra por semillas es más ventajosa cuando se explota intensivamente en pastoreo debido a su mayor persistencia (Razz y Clavero, 1997). Sin embargo, la producción de semillas de esta especie en Cuba es escasa, ya que está influenciada por el ecotipo y el ambiente (Pérez y Hernández, 1998), aunque presenta buena germinación en los primeros meses de cosechada (Navarro y González, 1999). La poca disponibilidad de semilla hace prácticamente imposible la propagación intensiva de esta especie, por lo que el objetivo del experimento fue conocer la influencia del momento, la forma de plantación y la parte del vástago en la germinación y la persistencia de las estacas, con el fin de lograr un establecimiento rápido en los sistemas silvopastoriles en las áreas ganaderas.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

Suelo y clima. El experimento se realizó sobre un suelo Ferralítico Rojo (Academia de Ciencias de Cuba, 1979) de la Estación Experimental de Pastos y Forrajes "Indio Hatuey", provincia de Matanzas, situada a 22º48'7" de latitud norte y 81'2' de longitud oeste. Las precipitaciones y la temperatura media durante la etapa experimental aparecen en la tabla 1.

Tratamientos y diseño. Se empleó un diseño completamente aleatorizado con arreglo factorial y cinco repeticiones. Los factores en estudio fueron: la forma de plantación (vertical y horizontal), la parte del vástago (basal e intermedia) y los meses (todos los del año 1997).

Procedimiento. Los vástagos, de 2 años de edad y un grosor entre 2 y 3 cm, se cortaron a 50 cm de largo y se plantaron de forma lineal formando el perímetro de un experimento. Se tomaron 20 estacas de cada tipo (basal e intermedia) por réplica y se plantaron 10 verticales y 10 horizontales; a las verticales se les sacó punta dejando una cara y a las horizontales se les quitó de 2 a 3 mm de la corteza a todo lo largo de la estaca para facilitar el enraizamiento. La distancia entre estacas fue de 50 cm y la plantación se realizó en los primeros 5 días de cada mes; la forma vertical se plantó empleando una barrena a una profundidad de 15 a 20 cm, con 0,5 L de agua; mientras que para la forma horizontal se abrió una zanja de 10 a 15 cm de profundidad, se depositó con la parte de la corteza afectada contra el fondo del surco, se tapó con una guataca y se le agregó la misma cantidad de agua que se utilizó en la forma vertical. No se fertilizó ni se utilizaron hormonas para provocar enraizamiento.

Se midió mensualmente, durante 6 meses, la germinación, la persistencia y la altura de tres vástagos.

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En las figuras 1 y 2 se muestra la germinación y la persistencia de los vástagos de gliricidia a los 6 meses de plantados. Cuando se utilizó la parte basal del vástago no se encontró interacción significativa entre la parte del vástago y la forma de plantación; los meses de enero, febrero, marzo, abril, noviembre y diciembre fueron significativamente superiores (P<0,001) al resto cuando se usó la forma vertical, con el 100 % de germinación y persistencia. Sin embargo, cuando se empleó la forma horizontal los mejores meses fueron noviembre, diciembre y enero, los cuales difirieron significativamente del resto. Ello pudo estar asociado a que cuando se utilizó la forma de plantación vertical se crearon mejores condiciones para que se mantuviera la humedad del suelo en los meses de menor precipitación (tabla 1). En la plantación horizontal las estacas se secaron y murieron al estar expuestas a una mayor radiación solar y mayor sequedad de la capa superficial del suelo; por otro lado, el exceso de humedad y las altas temperaturas ocurridas entre los meses de junio y octubre provocaron la pudrición de las estacas y la muerte de las plantas en ambas formas de plantación, por lo que existió muy baja germinación y persistencia.

En la plantación vertical de postes vivos, Ruiz, Monzote, Febles y Hernández (1997) y Febles, Ruiz y Lazo (1997) han obtenido buenos resultados, con más de 74 % de persistencia cuando plantaron vástagos de más de 2 años de edad en los meses de enero a marzo.

En las figuras 3 y 4 se presenta la germinación y la persistencia a los 6 meses cuando se utilizó la parte intermedia de los vástagos; no se encontró interacción significativa entre la parte del vástago y la forma de plantación, pero sí entre los meses estudiados. Cuando se usó la forma vertical los mejores resultados (100 % de germinación y persistencia) se obtuvieron en los meses de enero a mayo y en noviembre y diciembre, con diferencia significativa (P<0,001) del resto. Sin embargo, se obtuvo un 60 % en los meses de agosto y octubre; mientras que los peores tratamientos fueron junio, julio y septiembre, donde predominaron las mayores precipitaciones (tabla 1).

Cuando se utilizó la forma horizontal los mejores meses, con 100 % de germinación y persistencia, fueron enero, febrero, noviembre y diciembre, que difirieron (P<0,001) del resto; mientras que en mayo se obtuvo 80 % y solamente 40 % en los meses más secos (marzo y abril). Los peores resultados se presentaron en los meses lluviosos de junio a septiembre, lo que confirma lo antes expuesto.

En el nororiente colombiano se obtuvieron buenos resultados cuando se plantaron vástagos de 0,7 y 1 m de largo de forma horizontal, así como en el CATIE, Costa Rica, al emplear vástagos de 1,5 m de largo a los que se les eliminó 1 cm de corteza en toda su longitud y que fueron plantados de forma horizontal a chorrillo, en ambos casos al inicio del período lluvioso (Gómez et al., 1997).

En la tabla 2 se muestra el efecto del momento y la forma de plantación en la altura de los tres vástagos principales a los 6 meses; cuando se usó la parte basal existió interacción significativa (P<0,05) entre los factores en estudio y la mejor combinación fue mayo con ambas formas de plantación, seguida de enero, febrero y marzo con la forma vertical.

Sin embargo, cuando se utilizó la parte intermedia no existió interacción significativa, pero sí diferencia (P<0,001) entre los meses; en mayo, enero y febrero se logró un mayor crecimiento, lo que pudo deberse a que después de rebrotadas las estacas recibieron temperaturas adecuadas para continuar su crecimiento.

Todos los tratamientos que resultaron buenos se consideraron establecidos a los 17 meses, con una altura superior a 120 cm.

Se concluye que cuando se empleó la parte basal y la forma de plantación vertical los mejores meses fueron de enero a mayo, así como noviembre y diciembre, ya que se logró un 100 % de germinación y persistencia; cuando se usó la parte basal y la forma horizontal los mejores meses de plantación fueron noviembre, diciembre y enero, seguidos de abril y mayo que alcanzaron un 80 %. Sin embargo, al utilizar la parte intermedia del vástago y la forma vertical se obtuvo 100 % de germinación en los meses poco lluviosos de enero a mayo, seguidos de octubre, noviembre y diciembre donde se logró el 80 %; mientras que cuando se usó la parte intermedia y la forma horizontal los mejores meses (100 % de germinación y persistencia) fueron enero, febrero, noviembre y diciembre, seguidos de mayo con el 80 %. Por ello, se recomienda utilizar ambas partes de los vástagos y las dos formas de plantación en los meses en que se alcanza el máximo de germinación y persistencia de las estacas.

No se deben realizar plantaciones de esta especie en los meses lluviosos de julio a octubre, debido a que la germinación es baja a causa del poco enraizamiento y la pudrición de los vástagos.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Academia de Ciencias de Cuba. Clasificación Genética De Los Suelos De Cuba. Instituto De Suelos. La Habana, Cuba. 1979

2. Febles, G.; Ruiz, T.E. & Lazo, J.A. Siembra De Árboles Para La Ganadería. Importancia De La Sombra. Manual Agrored Para La Ganadería. Tomo II. Agrotecnia Y Producción De Alimentos. Ica. La Habana, Cuba. P. 56. 1997

3. Hernandez, M. & Benavides, J. Podas Estratégicas En Cercos Vivos De Piñón Cubano (Gliricidia Sepium). En: Arboles Y Arbustos Forrajeros En América Central. (Ed. J.E. Benavides). Catie. Turrialba, Costa Rica. P. 559. 1994

4. Gomez, Maria Elena; Rodriguez, Lylian; Murgueitio, E.; Rios, Clara Ines; Molina, C.H.; Molina, C.H.; Molina, E. & Molina, J. Matarratón (Gliricidia Sepium). En: Arboles Y Arbustos Forrajeros Utilizados En Alimentación Animal Como Fuente Proteica. Centro Para La Investigación En Sistemas Sostenibles De Producción Agropecuaria. Cali, Colombia. P. 13. 1997

5. Navarro, Marlen & Gonzalez, Yolanda. Identificación Del Período De Latencia En Tres Especies De Árboles Leguminosos. Pastos Y Forrajes. 22:239. 1999

6. Perez, A. & Hernandez, A. Factores Que Influyen En La Producción De Semillas Del Piñón Florido Y Diversificación De Sus Áreas De Producción. Memorias. III Taller Internacional Silvopastoril "Los Arboles Y Arbustos En La Ganadería". EEPF "Indio Hatuey". Matanzas, Cuba. P. 110. 1998

7. Razz, Rosa & Clavero, T. Mata Ratón (Gliricidia Sepium). Cuadernos Técnicos. Serie: Arboles Forrajeros. Centro De Transferencia De Tecnología En Pastos Y Forrajes, Facultad De Agronomía, Universidad Del Zulia. Maracaibo, Venezuela. 5 P. 1997

8. Ruiz, T.E.; Monzote, Marta; Febles, G. & Hernandez, I. Uso De Bancos De Proteína De Leguminosas Tropicales. Manual Agrored Para La Ganadería. Tomo II. Agrotecnia Y Producción De Alimentos. Ica. La Habana, Cuba. P. 32. 1997

 

 

 

Recibido el 26 de junio del 2000
Aceptado el 14 de septiembre del 2000