Toxicidad de las leguminosas forrajeras en la alimentación de los animales monogástricos
Palabras clave:
Antimetabotilos, alimentación de los animales, leguminosas forrajerasResumen
Las leguminosas constituyen alternativas viables para la alimentación de los animales monogástricos fundamentalmente por presentar, en términos generales, contenidos de PB superiores al 13% de MS, buena composición aminoacídica, niveles de minerales adecuados y aceptable calidad de la fracción fibrosa. Sin embargo,
muchas de las especies de mayor distribución en los trópicos y subtrópicos contienen apreciables concentraciones de metabolitos secundarios que, además de constituir factores antinutricionales, presentan propiedades tóxicas que desencadenan cuadros alérgicos severos, trastornos bioquímicos agudos y patologías metabólicas,
si el tiempo de exposición a la fuente de alimento es prolongado. Los principales grupos químicos que causan estas afecciones son los polifenoles (taninos y cumarinas), los aminoácidos no proteicos y los alcaloides, por diferentes mecanismos de acción. Mediante la utilización de animales de laboratorio, la administración de dietas es la forma más común por la cual se ha demostrado la actividad o inocuidad de los compuestos, y los factores más importantes son la estructura química y la concentración del metabolito en la digesta. Los criterios más utilizados tienen en cuenta la mortalidad después de las dos primeras semanas de exposición a la fuente de alimento y la dosis letal media (DL50) para cada especie monogástrica. No obstante, la diversidad de protocolos existentes para estimar la actividad tóxica, el gran número de factores que acentúan o atenúan la acción detrimental, así como la inconsistencia entre los resultados toxicológicos de laboratorio, las pruebas experimentales a nivel de campo y en condiciones naturales, hacen muy difícil la clasificación definitiva de
cada leguminosa.